Son cinco profesores en la categoría general y tres en música, materia en la que se entregará el reconocimiento por tercer año consecutivo.
"Buscamos poner en la palestra su rol fundamental en la construcción de un mejor país", destacó Elige Educar, que en 2016 trajo el "Nobel de la Enseñanza" a nuestro país.
Este viernes se dieron a conocer los ocho docentes finalistas de la edición 2022 del Global Teacher Prize Chile, premio famoso a nivel internacional como el "Nobel de la Enseñanza", que busca relevar la labor docente y su impacto en la comunidad.
Los nombres elegidos son los de Alejandra Meza, Carolina Rojas, Francisca Villegas, Francisca Elgueta y Valentina Rojas en la categoría "General", y Manuel Puebla, Patricia Araya y Guillermo Vilches en "Música", materia que por tercer año consecutivo es objeto de este reconocimiento.
En el hito de presentación se encontraron con estudiantes de Pedagogía, jóvenes interesados en la carrera y autoridades, con quienes compartieron parte de sus experiencias y reflexiones.
"Cuando uno elige estudiar una carrera, y particularmente pedagogía, la vocación no nace en el momento en que uno se inscribe o entra a la carrera, sino que mucho antes. Esa inspiración viene de personas que en el aula han significado distintas cosas: aprendizajes, acompañamientos y sobre todo motivación. Es muy importante que hoy día estas y estos estudiantes de pedagogía puedan ver que hay referentes, que en circunstancias muy complejas como la pandemia, han logrado destacarse entre sus pares", comentó Verónica Figueroa, subsecretaria de Educación Superior.
"El mundo se encuentra padeciendo una crisis educativa que ha sido agudizada por los efectos de la pandemia y, para poder abordarla, necesitamos priorizar el factor que más incide en la mejora educativa: las y los docentes. Por lo mismo, buscamos que este premio ponga en la palestra pública el rol fundamental que tienen los profesores, no solamente en la mejora de los aprendizajes y desarrollo integral de los estudiantes, sino que también en la construcción de un mejor país", expuso Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, fundación que trajo el premio a Chile en 2016.
Los ganadores de ambas categorías serán anunciados en una ceremonia en noviembre, donde nuevamente se reunirá el jurado, los docentes y distintas autoridades para celebrar y valorar el rol de las y los profesores.
Titulada como profesora de Artes en un comienzo, la docente Alejandra Meza (51 años) derivó poco a poco a la enseñanza de la robótica. Hoy es finalista en la categoría General del Global Teacher Prize 2022, premio organizado en Chile por Elige Educar.
Luego de 13 años de labor profesional en el Colegio Institución Teresiana de Las Condes, hoy se desempeña en el Instituto Hebreo (Lo Barnechea, Región Metropolitana), donde desarrolla su labor educativa desde primero básico a segundo medio, teniendo siempre en mente integrar a los más pequeños -pero especialmente a las niñas- en el ámbito de las carreras STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas).
Titulada como profesora de educación física con mención en acondicionamiento físico, la docente Carolina Rojas (38 años), gracias a que se ha desempeñado principalmente en Pedagogía Hospitalaria y ha liderado diversos proyectos deportivo-inclusivos, logró ser finalista en la categoría General del Global Teacher Prize 2022, premio organizado en Chile por Elige Educar.
Luego de titularse el año 2009, inició sus labores en la Escuela Hospitalaria Corpameg, para planificar, implementar y evaluar el proceso psicoeducativo (presencial y remoto) de alumnos paciente en situación de enfermedad crónica con necesidades especiales (discapacidad, enfermedad,,socioemocionales, médicos y/o educacionales,entre otros) cubriendo desde nivel preescolar hasta la educación media.
La profesora de Historia Francisca Villegas (33 años), quien es una de las finalistas en la categoría General del Global Teacher Prize 2022, premio organizado en Chile por Elige Educar, tuvo la inquietud de dejar Santiago para desarrollar su labor docente en espacios alejados de grandes centros urbanos. La idea, se propuso, era enseñar donde esta labor significara un desafío con otras características, desafíos, necesidades y oportunidades.
Luego de postular a una convocatoria de una ONG educativa, recaló en la comuna de Calle Larga, en la Región de Valparaíso, para ser parte del grupo de profesores del Instituto Agrícola Pascual Baburizza, fundado en octubre de 1941, donde intenta día a día otorgar a sus alumnos "una conversación democrática e inclusiva".
Titulada cómo profesora de historia y reinserción escolar, la profesora María Francisca Elgueta (33 años), gracias a su proyecto sobre crear ciudadanos integrales a través de la explotación de diversas temáticas dentro de la sala de clases; logró ser finalista en la categoría General del Global Teacher Prize 2022, premio organizado en Chile por Elige Educar.
Luego de trabajar en la red de colegios SIP (Sociedad de Instrucción Primaria) por cinco años, donde buscó acercarse a contextos de alta vulnerabilidad, comenzó a ejercer su profesión en la Red Ignaciana, dónde fue coordinadora de innovación escolar en la "Fundación Loyola", dónde cumplía el rol de capacitación a profesores y equipos directivos en ABP. Al mismo tiempo, asumió un rol de consultoría en el Mineduc, en el que desempeñó sus funciones en la elaboración de un nuevo currículum para EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas). Aún teniendo un gran ascenso en cuánto a su profesión, la profesora extrañaba hacer clases en aula, por lo que decidió unirse a la Fundación "Súmate" del Hogar de Cristo, en el cuál ya lleva tres años. Allí, la reinserción escolar fue su motivación hasta la actualidad.
Titulada como profesora de enseñanza básica mención en matemáticas, la profesora Valentina Rojas (27 años) gracias a su proyecto de innovación en las aulas de clases, mezclando los contenidos académicos, la música y el desarrollo de las competencias emocionales.
Luego de titularse en la universidad en diciembre del 2018, en marzo del 2019 comenzó su labor profesional en el Colegio CREE de Cerro Navia, Santiago; donde desarrolla su labor educativa desde tercero a cuarto básico en sus cuatro asignaturas troncales: lenguaje, matemática, logró ser finalista en la categoría General del Global Teacher Prize 2022, premio organizado en Chile por Elige Educar.
Tiene 34 años, es profesor en el Colegio CREE de Cerro Navia, donde destaca por enseñar música e interpretación a través de un modelo conocido como "escuela activa", es decir, de manera diversificada, para que cada estudiante, de acuerdo a sus potencialidades pueda adquirir el conocimiento y habilidad de la forma que más le acomode.
La neurociencia y la tecnología juegan un papel fundamental en su proyecto educativo, que también incluye un fuerte componente inclusivo. Manuel creció en Cerro Navia, con una gran pasión por la música, pero sin los recursos para poder desarrollarlos, por lo que ideó diversos mecanismos para ayudarse a sí mismo a explorar su talento, "ese contexto me enseñó a aprender a aprender, de forma muy autodidacta y eso es lo que me gusta transmitir, quiero enseñar a otros a encontrar otros caminos para aprender cuando hay pocos recursos", explica.
Tiene 54 años, 21 como docente y hace 7 trabaja en la Escuela "Níder Orrego Quevedo". Siempre le gustó la música y desde pequeño sintió el llamado a enseñar, "no muchos están dispuestos a entregarte tu oficio y mi anhelo era entregar a otros esto que tanto me apasiona y dejar un legado", explica.
Durante su trayectoría, ha recibido diversos reconocimientos, que van desde la alcaldía de Parral, hasta el mismo Colegio de Profesores, entre otros, que dan cuenta de su vocación y entrega, donde destaca por impartir clases mediante un modelo con foco en lo socio-emocional. Para Guillermo enseñar música es abrir una puerta al mundo, pues "la música te permite expresar emociones. Al escucharla puedes empatizar y sensibilizarte con una obra. En clases no sólo busco que se puedan desarrollar musicalmente, sino abrirles oportunidades para ser mejores personas".
Tiene 31 años, es concertacionista en clarinete y si bien llegó a la docencia por serendipia a la Escuela Aysén, su labor le ha permitido gestionar los recursos, tanto financieros como humanos, para poder generar una red de 11 orquestas escolares en Aysén, con el objetivo de romper el paradigma con el que ella misma creció, un entorno donde acceder a este tipo de aprendizaje era complejo.
Creció en Coyhaique, en la Patagonia, donde estudiar música, aprender un instrumento o tener la oportunidad de ir a un concierto era casi impensado. Ese era el escenario con el que se encontró en Aysén hace 5 años y hoy las 11 orquestas tienen listas de espera de niños ávidos por explorar el mundo de la música. "Siempre se consideró el ramo de música como decorativo dentro del programa escolar, y, sobre todo en Pandemia, quedó de manifiesto que es importante, para el desarrollo integral de los niños, contar con un espacio para desarrollar sus talentos, y el sistema educacional debería contemplarlo", asevera.
