Esta martes comienza en la Sala del Senado la votación de uno de los proyectos emblema de la reforma educacional del Gobierno: la Ley de Inclusión escolar, que elimina el lucro, el copago y regula la selección en los establecimientos que reciben aportes del Estado.
Luego de más de 60 horas de discusión y de votación en particular de sus 456 indicaciones en la comisión unida de Hacienda y Educación, la Sala comenzará la revisión en medio de varios puntos que han sufrido modificaciones respecto al proyecto inicial, mientras otros generan ruido y divisiones explícitas dentro de la propia Nueva Mayoría.
Se prevén largas jornada de discusión entre martes y miércoles para que, según los cálculos, pueda volver el jueves a la Cámara de Diputados en su tercer trámite. Allí, de aprobarse los cambios hechos por los senadores, podría ser despachada en su totalidad. En caso contrario, pasaría a una comisión mixta de diputados y senadores, lo que afectaría el plazo autoimpuesto por el Gobierno para su despacho: el 31 de enero.
Frente a este panorama la presidenta del Senado, Isabel Allende (PS), se declaró confiada en que "habrá suficiente raciocinio y conversaciones que permitan que no haya mayores diferencias y terminar el 31 de enero con el proyecto de educación (aprobado)".
"Yo espero entre el martes y el miércoles tenerlo listo. Por lo tanto, si el jueves se da cuenta, la Cámara podría sesionar durante el jueves en la tarde o el viernes... Por supuesto son sesiones especiales, pero es lo que corresponde", dijo Allende.
Consultado por los esfuerzos oficialistas para evitar una comisión mixta, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó: "Todos estamos en eso, ya sea discutiendo o poniéndose de acuerdo".
Al interior del PC "todo eso está por verse. No hemos decidido nada, no hemos adelantado nada, haremos reunión de bancada y tomaremos la decisión, pero con el propósito de que esto termine el día 27 a más tardar", aseguró el diputado.
Los puntos de la discordia
Dentro de los puntos que generan diferencias al interior del oficialismo destacan la indicación que autorizaría las entrevistas en los procesos de admisión previo a las matrículas, que fue levantada desde la oposición y que respaldaron algunos senadores DC.
Esta medida ha sido rechazada por representantes de la llamada "bancada estudiantil" y tampoco es apoyada por el presidente de la Comisión de Educación del Senado, el socialista Fulvio Rossi.
"Pienso que lo único que hay que eliminar es la posibilidad de entrevistas obligatorias a los padres, porque es contrario al principio de no selección. Se comprenderá que si hay entrevistas a los padres, si al sostenedor o el director del establecimiento no le gustan los padres por alguna razón, puede desincentivar al niño a postular a ese colegio. Por lo tanto, es contrario al espíritu de la no discriminación", dijo Rossi.
Los senadores establecieron también que la selección no termine de una sola vez -como habían aprobado los diputados-, sino que esto se realice de forma gradual, en un plazo de cuatro años, lo que también genera diferencias.
Ahora, además, se permite un 30 por ciento de cupos de ingreso por resultados académicos en liceos emblemáticos.
"La última oportunidad" de la Alianza
Pese a los cambios, desde la oposición insisten en que el proyecto del Gobierno es malo y que no cumple con las expectativas de las familias ni los sostenedores. Alegan qué el Gobierno está trabajando a toda máquina y que no se están respetando los tiempos.
"Creo yo que el proyecto que llega es un proyecto de exclusión, que -a mi juicio- va a generar más dificultades que beneficios, pero que, dada la cerrazón del Gobierno a abrirse a un acuerdo sobre esta materia, no va a quedar más que tratar de salvar -hasta donde sea posible- los abusos que está cometiendo la mayoría en el país hoy día", señaló el senador UDI Hernán Larraín.
"Nosotros vamos a hacer ver -es la última oportunidad que tenemos,- los errores graves que tiene este proyecto, que la ciudadanía ha rechazado, y eso explica cuál es el afán de tramitarlo a matacaballo, como se está haciendo. Creo que el debate de esta semana va a servir para dejar más en evidencia que nunca que se trata de un proyecto equivocado, que no va a mejorar la calidad, que no va a mejorar la educación pública y que en la práctica va a comprometer seriamente la educación particular subvencionada", señaló el RN Andrés Allamand.