El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, junto a los integrantes del Comité Técnico de Acceso a la Educación Universitaria, presentaron esta tarde los principales ejes del Nuevo Sistema de Acceso al subsistema Universitario que, de acuerdo con lo establecido en la Ley de Educación Superior, comenzará a regir este año.
Tras 10 meses de trabajo, donde se recogió evidencia nacional e internacional, y en un proceso participativo que escuchó a más de 15 organismos, el Comité acordó iniciar una hoja de cambios profundos y graduales, que permitirán aumentar la equidad del sistema y asegurar el desarrollo de instrumentos de calidad.
"El sistema, que por 16 años se basó en la PSU, hoy termina. A partir de este año se iniciará la transición a un sistema que permitirá a las universidades ponderar con mayor flexibilidad pruebas de acceso, notas de enseñanza media y ranking escolar", enfatizó el subsecretario Vargas.
"Se elimina la PSU y se crea una nueva prueba de acceso. Esto no es algo antojadizo, no es algo improvisado, es algo sobre lo cual se ha venido discutiendo desde hace largo tiempo y una serie de estudios, una serie de expertos aconsejaba hacerle modificaciones. Para esto vamos a hacer una transición y esa transición se inicia este año 2020, y culmina el 2022 con una prueba de acceso de carácter obligatorio", añadió Vargas.
"Los cambios serán profundos y graduales, para no afectar a los miles de jóvenes que ya se han preparado para la PSU. Por esto, en 2020 y 2021 se tomarán Pruebas de Transición que, en la misma línea de la futura prueba, eliminarán los aspectos más cuestionados de la PSU", añadió la autoridad.
Vargas remarcó además que se "sumarán preguntas que midan las competencias esenciales para el buen desempeño de los estudiantes en la Educación Superior".
Estas modificaciones se venían analizando hace tiempo y no son reacción a los problemas ocurridos en la PSU de este año, mientras que los cambios del subsistema Técnico Profesional se informarán próximamente.
De momento se definió "Prueba de Acceso" como nombre, la que estará dividida en dos pruebas obligatorias de competencias lectoras y otra de competencias matemáticas, las que bajarán de 80 a 65 preguntas, solo con contenido pasado entre séptimo básico y segundo medio.
Además, este año y el próximo se aplicará una prueba de transición que eliminará los aspectos cuestionados de la PSU y se sumarán preguntas que midan competencias esenciales para los estudiantes.
En caso de Lenguaje, la prueba eliminará el plan de redacción y conectores y en Matemáticas se reducirá el contenido y se actualizarán los temas, con la idea de que ambas pruebas se enfoquen en medir competencias y no conocimientos.
En tanto, el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, comentó que "tenemos que entender que hay estudiantes que van a dar la PSU a fines de este año, que están en cuarto medio, que han tenido un conocimiento de determinadas formas y por lo tanto en esos estudiantes y los que están en tercero medio tenemos que entender que cambios muy bruscos probablemente tendríamos generaciones bastante perjudicadas, entonces sabiendo que algunos van a ser afectados, lo que queremos es poner eso en consideración".