Aprobación de acusación constitucional terminó con su destitución.
"Espero ser el último de los ministros que pase por esta coyuntura", dijo tras la votación.
Harald Beyer asumió el Ministerio de Educación el 29 de diciembre de 2011.
Harald Beyer fue el tercer ministro de Educación de Sebastián Piñera y llegó a ese cargo cuando la cartera estaba sin rumbo para enfrentar las protestas estudiantiles que exigían educación gratuita y de calidad y fin al lucro. Y este último tema fue el que finalmente lo hizo enfrentar la acusación constitucional que este miércoles terminó con su destitución.
Sus antecesores no habían sido capaces de contener las manifestaciones y negociar con los estudiantes. Joaquín Lavín nunca fue aceptado como interlocutor por sus vínculos con la Universidad del Desarrollo y dejó el cargo en julio de 2011. Y Felipe Bulnes duró apenas cinco meses en este escenario.
El 29 de diciembre de 2011 Beyer asumió el cargo con un perfil de especialista en educación. Tenía como antecedente haber integrado el Consejo de Asesores Presidenciales de la Educación convocado en 2006 por Michelle Bachelet para enfrentar los temas del movimiento de estudiantes secundarios recordado como la revolución pingüina.
Ya antes de llegar al Ministerio de Educación, Beyer dejó claro que no estaba de acuerdo con la demanda de educación gratuita por parte de los estudiantes, aunque sí reconoció que las universidades con fines de lucro nunca iban a ser buenas.
Durante su gestión como secretario de Estado no mantuvo mayor diálogo con los estudiantes, quienes lo acusaron constantemente de soberbia. Y tampoco tuvo buenas relaciones con los otros estamentos de la educación: chocó duramente con el Consejo de Rectores por la PSU y también mantuvo desencuentros con el Colegio de Profesores.
Durante su defensa, Harald Beyer recalcó su rol en las saciones en contra de la Universidad del Mar, donde se registraron varias regularidades que mantiene a sus ex autoridades imputados.
Tras su destitución, Beyer dijo que "ha primado la peor cara de la política" y dijo que espera "ser el último de los ministros que pase por esta coyuntura".
