El rector de la Universidad Central, Rafael Rossel, acompañado por decanos y otras autoridades del plantel, entregó una declaración pública en el que repudió los actos de violencia al que fueron expuestos los funcionarios cuando la casa de estudios fue tomada nuevamente este lunes.
Aseguró que son grupos externos los que protagonizaron estos hecho y dijo, además, que evalúan un posible desalojo: "Somos 12 mil estudiantes que están hoy en las tomas donde deben ser 30, 50".
"Evidentemente la agresión es mayúscula a todos aquellos que quieren estudiar. Nosotros estamos evaluando todas las medidas. Ustedes comprenderán que esto es un tema de defensa de nuestro proyecto educativo, por lo tanto, según sea necesario, volveremos a solicitar los desalojos correspondientes", aseguró el rector.
Sara Ardiles, vocera del sindicato de funcionarios, denunció los violentos incidentes que se produjeron durante la mañana de este lunes.
"Primero desalojaron a la gente de la universidad a empujones, bueno, fue mucha violencia. Posterior a eso se suscitó una situación entre los alumnos que estaban afuera y los que estaban adentro, y los que estaban adentro estaban todos encapuchados", detalló.
Añadió que "eran los que estaban dentro los que tenían arma blanca y los que amenazaron a nuestros compañeros, y los alumnos que llegaron trataron de hacer valer su derecho a entrar y la gente de adentro empezó con palos y con cadenas a tratar de sacar a los alumnos".
Mientras que los alumnos que llegaron hasta la casa de estudios para retomar sus clases también se sorprendieron con la retoma, con opiniones divididas.
Desde rectoría llamaron a la Federación de Estudiantes a sumarse a la defensa de la casa de estudios y no permitir que pequeños grupos tomen posesión del plantel. Mientras que durante la tarde de este lunes se realizaron asambleas para definir la continuidad de la toma.