Suicidio de estudiante: U. de los Andes apartó a tutoras y convocó una investigación independiente

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

"Lo sucedido nos afecta profundamente, por lo que reiteramos nuestro pesar por la triste muerte de Catalina y por el dolor de su familia", expresó el rector José Antonio Guzmán.

En una carta a la comunidad universitaria, se comprometió a "reforzar el trabajo para que exista un ambiente de enseñanza y aprendizaje respetuoso y amable".

Suicidio de estudiante: U. de los Andes apartó a tutoras y convocó una investigación independiente
 U. de los Andes
Llévatelo:

Ante la conmoción pública por el caso de Catalina Cayazaya, estudiante de Terapia Ocupacional que se suicidó como consecuencia de los malos tratos y acoso que denunció haber sufrido por parte de profesoras en su etapa de internado, la Universidad de los Andes apartó a las docentes acusadas y convocó una investigación independiente.

Mediante una carta a la comunidad universitaria, el rector José Antonio Guzmán comunicó que, "por prudencia, pensando en todos los afectados, hemos separado a las tutoras objeto de la investigación de sus funciones durante este período".

Asimismo, confirmó que la universidad constituyó "una comisión investigadora con expertos independientes de la Escuela, para determinar si existieron situaciones irregulares durante la estadía de Catalina en los campos clínicos y si se llevaron a cabo los procedimientos correspondientes".

La instancia, que ya está en funcionamiento, tiene un plazo de 30 días para emitir una resolución, de acuerdo con el reglamento interno del plantel.

"Hemos redoblado los esfuerzos por aumentar la escucha y el diálogo dentro de nuestra comunidad universitaria, ya que nuestra prioridad es su bienestar. Hemos mantenido la comunicación abierta con representantes estudiantiles, decanos y profesores. Por su parte, la subdirección de Bienestar de Vida Universitaria aumentó la atención psicológica, así como el sistema de derivación a la Clínica en caso de emergencia", sostuvo también en la misiva.

Guzmán relevó que "se están realizando programas de apoyo y contención en los cursos de Terapia Ocupacional y en otras carreras de la salud; (y) a su vez, se ha ampliado la difusión de los protocolos de maltrato universitario y de intervención en casos de riesgo y conducta suicida".

"Lo sucedido nos afecta profundamente, por lo que reiteramos nuestro pesar por la triste muerte de Catalina y por el dolor de su familia", expresó.

En ese contexto, enfatizó que "como Universidad reafirmamos nuestro total rechazo a cualquier tipo de maltrato, y el compromiso de reforzar el trabajo para que exista un ambiente de enseñanza y aprendizaje respetuoso y amable, donde todos nos sintamos acogidos".

Apuntó además que la casa de estudios responderá al oficio de la Superintendencia de Educación Superior, que le solicitó informar "las acciones que desarrollará para clarificar lo ocurrido y la manera en que está enfrentando otras denuncias similares, en caso de existir".

"Desde ya le aseguramos nuestra total colaboración para su trabajo", finalizó la autoridad de la universidad vinculada al Opus Dei.

Prácticas abusivas son incompatibles con una formación de alta calidad

El caso de Catalina Cayazaya también generó alerta entre profesionales de la salud que ocupan posiciones académicas y de formación de posgrado.

En una columna publicada en Cooperativa, el médico Pablo Salinas Carrizo y el doctor en Biología Mauricio Soto-Suazo resaltaron que "la atención de salud de las personas exige los más altos estándares de rigurosidad técnica y calidad humana. Este estándar debe impartirse en la formación profesional no solo mediante la teoría, sino también a través del ejemplo de los académicos hacia sus alumnos, tanto en el aula como en los entornos clínicos de enseñanza".

"Es incompatible con una formación de alta calidad la presencia de prácticas abusivas o de maltrato en los programas de formación de profesionales de la salud. La literatura evidencia cada vez más que el maltrato durante la formación conduce a una atención deficiente a los pacientes, obstaculiza el proceso formativo, deshonra a las víctimas y fomenta actitudes deshumanizadoras en los futuros profesionales y/o especialistas. El tema por ende es de suma importancia también para el sistema de salud, que recibe a los nuevos profesionales y especialistas", aseguraron.

LEER ARTICULO COMPLETO

Suscríbete a nuestro newsletter