El presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, defendió el actuar de su hermano, Patricio, que ayer en el Senado optó por votar en contra de los tres capítulos de la acusación constitucional contra Harald Beyer, lo que avanzada la tarde hizo pensar a muchos en la Concertación que el libelo estaba perdido, lo que en definitiva no ocurrió por el voto favorable del independiente Carlos Bianchi.
"La Democracia Cristiana es una comunidad de personas, de hombres y mujeres libres, cuyo norte es el bien común. En el caso de la acusación constitucional la propia Constitución nos obliga a actuar como jurado, es decir, en conciencia, y la doctrina cristiana sostiene que la conciencia es sagrada e inviolable", dijo Ignacio Walker en El Diario de Cooperativa.
"Aquí no hay orden de partido, aquí no se actúa como bloque político, aquí somos respetuosos de la conciencia, porque somos respetuosos de las personas. Por lo tanto, el senador Patricio Walker, si llega a la conclusión y su conciencia le dicta que debe votar de una determinada manera no sólo puede, sino que debe votar de esa manera", indicó el timonel.
"Las instituciones funcionaron"
Ignacio Walker también rechazó los comentarios surgidos desde el oficialismo tras la votación, como el del ministro Luciano Cruz-Coke, que advirtió en Twitter que "Cuando se pida ayuda Nunca+", o el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, que señaló en CNN Chile que tras lo ocurrido ayer en el Senado "la guerra está declarada" hacia la Concertación.
"Ésa es la mentalidad autoritaria de la derecha chilena, de una parte importante de la derecha chilena, no de toda. Le cuesta entender a la derecha que las instituciones tenían que funcionar, y realmente, por decirlo suave, con elegancia, la derecha tiene tejado de vidrio en este caso, porque recordemos la destitución de la ministra Yasna Provoste, que fue una vergüenza. Eso sí que no tuvo fundamento alguno", indicó el senador.
"La derecha tiene una memoria frágil y se olvida que ahí hubo una operación política, en 2008, que fue un aspecto de la política del desalojo. Ahí está el libro de Allamand, que señala que 'un hito' de la política del desalojo fue la destitución de Yasna Provoste. Yo no quiero empatar, pero quiero decir que no me vengan con estas arengas de mentalidades autoritarias a desprestigiar el normal funcionamiento de las instituciones democráticas", indicó Walker.
"Yo, como presidente del Partido Demócrata Cristiano, me siento orgulloso de nuestros diputados y de nuestros senadores, que actuamos no como ganado, marcados en el lomo, sino como personas pensantes, libres, que hacen un debate sereno, reflexivo, pensando en el bien del país. Ojalá podamos superar este capítulo extremo, polarizante", sentenció.