Un adolescente permanece internado en riesgo vital en el Hospital de Talca, tras ser apuñalado en el marco de una marcha de estudiantes en contra del abuso y el maltrato estudiantil.
Los primeros antecedentes dan cuenta de que este ataque ocurrió en el contexto de una riña frente a la Tercera Comisaría de Carabineros de Talca.
El fiscal José Alcaíno detalló que "un adolescente de 16 años fue víctima de una herida penetrante abdominal", y fue auxiliado por carabineros que llegaron al lugar de los hechos y lo trasladaron al centro asistencial.
El persecutor instruyó a la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística de la PDI para realizar la revisión de cámaras del sector y el empadronamiento de testigos, con el fin de dar con el autor del apuñalamiento.
"INCAPACIDAD DE RESOLVER CONFLICTOS"
Durante las últimas semanas, tras el inicio del año escolar 2022, los hechos de violencia grave en los colegios se han vuelto cotidianos, generando preocupación de las comunidades y las autoridades.
Según Carolina Iturra, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca, la escalada podría ser consecuencia de la ansiedad que genera en los jóvenes el regreso a clases presenciales, y su "incapacidad para resolver conflictos en estas nuevas interacciones sociales o presencialidad con otros".
En esta nueva realidad, además, las redes sociales juegan un rol protagónico, influyendo como mecanismos que permiten al estudiante ser "observador de conductas violentas, pero también, a través del ciberacoso, ser parte o víctima de este fenómeno", explicó la académica.
"Si las agresiones son sistemáticas, pueden alterar el desarrollo de una persona", advirtió Iturra, que es doctora en psicología educacional.
"LAS REDES SOCIALES NORMALIZAN LA DESCALIFICACIÓN Y EL PREJUICIO"
En la misma línea, Felipe Figueroa, psicólogo del programa PACE-UTalca, alertó que éste "es un fenómeno que, lamentablemente, está apareciendo en muchos establecimientos, y lo malo es que los jóvenes lo están normalizando".
El profesional llamó a "entender que los conflictos son una oportunidad de cambio y de mejor entendimiento, pero cuando traspasan las barreras de lo permitido, se convierten en un problema de violencia. Hoy estamos viviendo una situación compleja, que tiene que resolverse lo antes posible, evitando una escalada de agresión de mayor gravedad".
Según el experto, el fenómeno de violencia escolar tiene razones múltiples, pero "la vuelta a la presencialidad después de dos años detrás de una pantalla, junto con la exposición desmedida a las redes sociales, sin medir consecuencias de aquello, normaliza la descalificación y el prejuicio".
"Esto es síntoma de un problema de adaptación social a la nueva realidad, en donde se conjugan diferentes situaciones y problemáticas familiares, cargando de frustración y estrés", puntualizó. Influye además la etapa de desarrollo en que se encuentran los estudiantes, su búsqueda de identidad y la experimentación de prácticas comunicativas que muchas veces no son positivas.
