"No quiero culpar a nadie. Lo que quiero es constatar lo que estamos recibiendo", aseguró el ministro de Energía, Máximo Pacheco, tras indicar que "el legado del ex Presidente Piñera en materia energética es unánimemente muy pobre y lamentable".
En entrevista con La Tercera, el secretario de Estado fue consultado por las políticas que posee el país en cuanto a fuentes de energía y su visión al asumir dicha repartición en el Gobierno de Michelle Bachelet, indicando que ha tenido que lidiar con "vetos de todo tipo: territoriales, indígenas, ambientalese ideológicos", además de intentar convivir con el carácter político social propio de la cartera.
"El Gobierno del ex Presidente Piñera no solamente no aumentó el número de proyectos necesarios para sostener una demanda creciente, sino que se comió la mitad de la despensa", sostuvo Pacheco recalcando que un país no puede aspirar al crecimiento sin una base energética.
Según explicó, tras el primer mandato de Michelle Bachelet "quedaron en el Sistema Interconectado Central proyectos en construcción por más de 2.000 megawatts", sin embargo, la administración Piñera les mheredó sólo 1.300 megawatts, lo que califica de insuficiente.
"Este país necesita 450 megawatts adicionales para sostener las necesidades de la población y la industria", explicó agregando que por eso es importante como señal que dentro las primeras 50 medidas del Gobierno de Michelle Bachelet se encuentre elaborar una agenda de energía, que además cuenta desde fines del año pasado con la ley que propone que al 2025 Chile tenga el 20 por ciento de su matriz energética basada en fuentes de energía renovables no convencionales.
Hidroaysén: Chambonadas y plazos breves
Respecto de una de las iniciativas más polémicas en terminos de generación eléctrica y reiterando su deseo de aunar voluntades y buscas consensos, el ministro Máximo Pacheco indicó que pondrá "todo su esfuerzo" y se basará "en todos los estudios que se han hecho" sobre Hidroaysén para tomar una decisión al respecto dentro del comité de ministros del cual forma parte.
"Vamos a ver el conjunto de las reclamaciones en su mérito y resolver si ese proyecto, en función de las reclamaciones, puede ser aprobado o no", señaló añadiendo que para hacerlo "no se tomarán dos años y medio", sino los 60 días previstos.
Sobre lo ocurrido con el análisis por separado de las reclamaciones por parte de sus antecesores en el comité del gobierno anterior, Pacheco es categórico y concluye: "Fue una chambonada y, por lo tanto, lo que hemos hecho es volver este proyecto a su cauce normal".