La Mandataria lideró la lista de autoridades que asistieron a la Acción de Gracias, en la que ofició como anfitrión el arzobispo Francisco Javier Errázuriz y que contó con la presencia de representantes del mundo cristiano, judío, musulmán e incluso aborígen.
Poco después de las 11:00 horas comenzó el primer Te Deum de la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, oficiado en la Catedral Metropolitana, donde fue recibida en medio de los aplausos de los presentes.
El acto eclesiástico, presidido por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, fue celebrado en medio de la tensión que vive la iglesia con el Gobierno, a causa de la polémica que produjo la entrega de la píldora del día después a mayores de 14 años.
En esta nueva acción de gracias participaron obispos y pastores de diversos credos cristianos: ortodoxos, luteranos, anglicanos, metodistas y evangélicos, entre otros.
Asimismo, presentaron peticiones algunos representantes de las comunidades judías y musulmanas, y se hizo una oración en rapa nui.
Además de la Mandataria, fueron invitados al oficio las máximas autoridades del país. Entre ellas, los presidentes del Senado, Eduardo Frei; de la Cámara de Diputados, Antonio Leal, y de la Corte Suprema, Enrique Tapia, así como también los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, embajadores, parlamentarios y alcaldes.
A las 09:50 horas, la jefa de Estado se reunió en el Palacio de Gobierno con el secretario de Interior, Belisario Velasco, y los ministros de Economía, Alejandro Ferreiro; y de Bienes Nacionales, Romy Schmidt.
Justamente con Velasco al lado circuló por las calles de Santiago desde La Moneda hasta la Catedral Metropolitana abordo del Ford Galaxie de la Presidencia, trayecto en la que fue escoltada por el grupo de lanceros y en que en todo momento la acompañó la melodía del himno nacional, interpretada por la banda armada de las diferentes escuelas de las tres ramas castrenses.
Asimismo, esta mañana, los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros dejaron una ofrenda floral en la tumba de Bernardo O'Higgins, situada en el nivel subterráneo de la Plaza de la Ciudadanía.
