La Corte Suprema rechazó recurso de casación y ratificó la sentencia que condenó al Estado de Chile a pagar 25 millones de pesos a seis soldados conscriptos que sobrevivieron al ejercicio militar realizado el 18 de mayo de 2005, que dejó 45 muertos
A casi 11 años de la tragedia, la Tercera Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Pedro Pierry, Rosa Egnem, María Eugenia Sandoval, Manuel Antonio Valderrama y el abogado (i) Jaime Rodríguez Espoz– confirmó el fallo impugnado que condenó al Fisco a pagar las indemnizaciones.
"El Estado no puede desvincularse de la falta personal en que han incurrido sus agentes, por cuanto ha sido éste quien ha instalado a los conscriptos afectados en una determinada misión militar y les ha impuesto además la obligación de cumplir con los ejercicios o actividades de instrucción, de modo que la acción desplegada por los funcionarios condenados penalmente no se encuentra desprovista de vínculo con el servicio, sino que por el contrario, se ha cometido en el ejercicio de la función, la que se ha ejecutado indebidamente, comprometiendo por lo tanto la responsabilidad estatal", señala parte del fallo.
"De lo hasta ahora razonado fluye la existencia de la relación de causalidad entre el hecho y el resultado dañoso, siendo del caso destacar que el vínculo causal es una materia que comprende un aspecto fáctico y otro aspecto normativo, siendo cuestionado a través del arbitrio únicamente el primer aspecto señalado, cuestión que en la especie no resiste análisis, toda vez que se estableció que los actores eran conscriptos que participaron en la fatídica marcha del 18 de mayo de 2005 y que a raíz de aquel suceso sufrieron daños que incluso fueron reconocidos por el demandado, quien esgrime que prestó ayuda sicológica a los conscriptos sobrevivientes para efectos de superar los traumas creados a partir de los hechos que motivan la presente acción", añade el dictamen.
Críticas de los sobrevivientes
En la tragedia de Antuco murieron 44 soldados conscriptos y un sargento, quienes fueron sorprendidos por el denominado "viento blanco" en plena montaña. Allí sobrevivieron 27 soldados quienes fueron indemnizados en 2013 con 10 millones de pesos cada uno.
Uno de los sobrevivientes, Mauricio Carrasco, quien quedó con un daño crónico en sus articulaciones producto de lo ocurrido, reconoció que el dinero lo ayudará, pero dijo que nada podrá subsanar el trauma con el que quedó.
"Independiente de la plata que recibamos, el daño siempre va a estar, se va a recordar. No hay plata que te ayude a subsanar todo el asunto", expresó.
Mientras que Erik Valdebenito, otro de los supervivientes, cuestionó que aún el Estado no les entregue una pensión vitalicia pese a que existe un compromiso del Gobierno y no descartó pedir una reunión con la Presidenta Michelle Bachelet.
"Hay diferentes puntos que no se han cumplido. Nosotros estamos pidiendo una pensión y no ha pasado nada, hemos conversado con diputados y senadores acá que nos vienen a ayudar para poder llegar a la Presidenta y para que ella autorice la pensión. Pedimos eso porque todos tenemos dolores de las piernas, los huesos y estamos en eso. De aquí a 10 años más, ninguno de nosotros va a poder trabajar", aseveró.
Recalcó que "el dolor que pasamos no se paga con nada, ver a los compañeros que estaban muertos, botados ahí, ninguno de los que pasó por eso se nos va a pasar por la plata".
Además, por este hecho fue condenado el mayor Patricio Cereceda -quien ordenó la marcha- a una pena efectiva de cinco años y un día por cuasidelito de homicidio, sin embargo, al cumplir tres años y ocho meses quedó en libertad condicional.
Por esta causa también fueron condenados el comandante Roberto Mercado, por incumplimiento de deberes militares, el asesor de la comandancia Luis Pineda y los capitanes Carlos Olivares y Claudio Gutiérrez.