La investigación dijo que el diplomático Diego Rivera actuó de una manera que no corresponde a su cargo.
Cuestionó así su visita a bares considerados "no recomendables" por la ONU.
El sumario administrativo ordenado por el Estado Mayor Conjunto a raíz del asesinato del sargento primero de la Armada Guillermo Enrique Arévalo Flores en Puerto Príncipe, Haití, ocurrido hace un mes concluyó que el cónsul chileno en la isla, Diego Rivera, incurrió en faltas que no corresponden a las responsabilidades propias de su cargo.
Debido a las confusas circunstancias en que falleció el militar, el embajador chileno en Honduras, Rodrigo Pérez Manríquez, fue enviado por la Cancillería en misión especial a la isla para investigar el asesinato del militar junto al fiscal designado por el Ministerio de Defensa, el contralmirante Rodrigo González.
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| Guillermo Arévalo Flores, de 44 años, murió hace un mes tras recibir cuatro disparos en Puerto Príncipe. |
Según el documento emitido tras el término de las indagatorias, del cual da cuenta el diario La Tercera, el cónsul transgredió los estatutos administrativos al asistir a los bares Jet Set y Barak, en la capital de Haití, ya que frecuentar este tipo de lugares no corresponde a funcionarios de su rango.
Asimismo, el expediente determinó que Diego Rivera quebrantó los deberes del Cuerpo Diplomático al realizar declaraciones a medios de comunicación sin la autorización del jefe de la misión en Haití, el embajador Mauricio Leone.
Diego Rivera fue notificado el pasado 10 de julio de las conclusiones de la investigación, contando con cinco días hábiles desde que fue informado del texto para entregar su defensa por escrito, señala el diario
El sargento de la Armada Guillermo Arévalo Flores, de 44 años, murió la madrugada del 17 de junio tras recibir cuatro impactos de bala en la zona del abdomen y los brazos cuando salía de un pub en Puerto Príncipe.
Tras el hecho la familia concentró sus críticas en el cónsul Rivera, a quien acusó de mentir y de obstruir la investigación.
