La Dirección de Inteligencia de Carabineros y la Fiscalía Militar continúan la investigación del robo de nueve millones de pesos reportado la semana pasada en la 14ª Comisaría de San Bernardo.
En medio de un allanamiento a la unidad policial se revisó un dormitorio del jefe operativo -un mayor con 20 años de servicio que actualmente se encuentra con licencia médica- y en el lugar se encontraron 21 cartuchos disuasivos químicos, 16 granadas y 96 cartuchos de escopeta calibre 12, entre otras municiones.
Todos estos elementos fueron incautados, puesto que estaban fuera de la cadena de custodia y no se tenía conocimiento de su ubicación.
Una de las hipótesis que se manejan en la causa es que el oficial decidió guardar las municiones bajo llave debido a que no se encontraban bajo un cuidado adecuado.
Situación irregular
Con todo, para el Alto Mando de la institución se trata de una situación irregular, pues dichas armas debiesen ser resguardas bajo llave en un sitio especializado para aquello, por ello se inició un sumario interno.
"Carabineros repudia este tipo de situaciones, son anormales lógicamente, y cuando determina responsabilidades responde, como es costumbre en nosotros, con medidas drásticas a todo nuestro personal", dijo el general Leonidas Venegas, jefe (s) de la Zona Metropolitana.
"Tenemos que efectuar las averiguaciones, las interrogaciones al responsable de la dependencia. Es el hecho que no tenemos la certeza ni la versión de este oficial de porqué (estos elementos) se encontraban ahí", añadió el general Venegas.
Sargento de baja por robo
Cabe recordar que la semana pasada la fiscal militar Paola Jofré interrogó a dos funcionarios activos de Carabineros y a una funcionaria en retiro que trabajaba en la comisaría.
En tanto, en el marco de la investigación por el robo de los 9 millones, la institución dio de baja a una sargento segundo que estaba a cargo de las llaves de la caja fuerte.