Marcela García, funcionaria del Poder Judicial imputada por encubrir a Juan González, presunto autor del crimen del cabo David Florido, declaró que el sospechoso le aseguró que no fue el único que disparó durante el operativo de Carabineros, realizado hace poco más de una semana en una barbería de Pedro Aguirre Cerda.
Personal del O.S.9. llegó a la mujer cuando estaba cerca de atrapar al principal imputado, ambos quienes son formalizados este lunes. Al arribar a su domicilio, García aclaró de inmediato que "soy encargada de la sala del Octavo Juzgado de Garantía de Santiago" hace 12 años, por cuanto "veo todo el tema relacionado con las audiencias semanalmente y trabajo directamente con los jueces", consignó La Tercera PM.
Según su relato, conoció a González en abril, en el exterior del Centro de Justicia: mientras dialogaba con un colega, "se estacionó un automóvil, color azul, marca BMW y me toca la bocina. Pensé que era porque quería ocupar el lugar donde yo me encontraba estacionada; se estacionó delante de mi vehículo (...), y el sujeto que conducía el auto me dice: 'hola, oye me das el número de teléfono y yo se lo grito'".
Comenzaron una relación a los pocos días -cuatro meses después de que él saliera de la cárcel-, vínculo que habrían terminado en junio.
CONTINUOS CAMBIOS DE LOCACIÓN
Volviendo a la causa, el 10 de junio González dijo a García que se iría a cortar el pelo, por lo que ella no se inmutó hasta que más tarde este la llamó por teléfono varias veces, acusando que "le habían querido robar el auto, y a raíz de un forcejeo con estos tipos le habían disparado en el pie", lo que para Carabineros, fue un balazo que el sujeto recibió en la huida del lugar del crimen.
Posteriormente, "nos dirigimos a varias comunas del sector oriente, donde solamente dimos vuelta por todo el sector, durante tres a cuatro horas aproximadamente; cuando andábamos recorriendo la comuna, Juan se pone hablar por teléfono, logrando escuchar que le decía 'GATO 12' y que debía ir a buscarlo el sábado en la mañana a la comuna de Conchalí. Después de ello Juan me dice 'vamos a un motel', dirigiéndonos a la comuna de Colina", explicó la ahora imputada a la policía.
De acuerdo a García, "cuando nos encontrábamos en el interior Juan nunca más habló por teléfono, retirándonos el día sábado 11 de junio a las 07:00 horas, trasladando a Juan hasta la comuna de Conchalí, por petición suya. No recuerdo bien el nombre de la calle donde lo dejé, cuando llegamos al lugar lo estaba esperando un auto Sedan".
Pero al día siguiente, González le envió un mensaje por WhatsApp revelándole que la noche del viernes, al cortarse el pelo, "había entrado al baño y al salir se encontró de frente con una paca (sic) con quien había forcejeado, disparándole ella en el pie. Juan también me mencionó que había disparado junto con los otros sujetos que lo acompañaban (...) También me señala que no sabe que si de su arma salió el disparo con el cual murió el paco, porque todos habían disparado".
Después de este último contacto, "el día lunes 13 de junio, alrededor de las 22:30 horas, mientras me encontraba en mi domicilio junto a mi amiga de nombre Katty, empiezo a recibir videollamadas de un número desconocido, el cual me marcó dos veces, no contestando ninguna de ellas". Esto antes de recibir otro mensaje del imputado, que "decía textualmente que me amaba y que no me iba a olvidar y que me había ganado todo su respeto y lealtad y que me iba amar por el resto de su vida, a lo que yo le respondí por el mismo medio 'Te amo', finalizando la conversación".