El cabo Héctor Alarcón Maya socorrió a una mujer de 86 años y le regaló un chocolate y dinero.
Su gesto no pasó inadvertido para transeúntes y cibernautas.
La imagen de la mujer abrazando al policía recorrió las redes sociales. El uniformado dijo sentirse indignado "ante el trato que, como sociedad, le damos a nuestros adultos mayores".
La noche del sábado 7 de mayo la acción de un carabinero ante una anciana en situación de calle conmovió a transeúntes y usuarios de redes sociales.
El caso fue difundido inicialmente a través de una cuenta en Facebook, donde "Patty Sonrisa Alegria" relató cómo en el sector de Mapocho, ante "una abuelita, bien viejita", que estaba "pidiendo una moneda", un carabinero de ronda "se acercó a ella y le hizo entrega de un chocolate 'trencito' grande y de $20.000 pesos".
"Cuando él le entregó los presentes ella lo abrazó y los dos lloraron de la emoción", señaló el posteo, que alcanza casi 70 mil compartidos en la red social.
"Me indigna el trato a los adultos mayores"
El protagonista de la "buena acción" es el cabo primero de la Escuela de Suboficiales Héctor Alarcón Maya, quien durante su primer patrullaje por la capital se encontró con una mujer de 86 años "temblando de frío y con poca ropa", destacó la institución mediante un comunicado.
La mujer le explicó al uniformado que vivía en el sector hace tiempo y que no veía hace años a sus hijos. Conmovido el cabo Alarcón, "sin pensarlo", fue a comprar un chocolate, "más que todo, como una muestra de cariño y respeto".
"Al entregárselo también le regalé 30 mil pesos y de verdad me hubiera gustado tener más para haberle dado. Me indigna el trato que, como sociedad le damos a nuestros adultos mayores. Quizá es por el hecho de que no tengo abuela que me conmoví. Fue algo espontáneo y que volvería hacer", relató Alarcón.
Tras el gesto la mujer se mantuvo abrazada al Carabinero. La situación llamó rápidamente la atención de los transeúntes quienes compartieron las fotografías del hecho a través de redes sociales.
Desde la institución destacaron la labor del cabo primero, proveniente de la comuna de Alto Hospicio, donde realizó sus servicios durante años y también fue instructor de karate para niños vulnerables.
