El Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago absolvió al excarabinero Claudio Crespo en la causa vinculada al Día del Joven Combatiente del 2018 en la comuna de Huechuraba.
El periodista Rafael Pardo, en su podcast de Las Partes del Todo, nos detalla los casos en que se ve involucrado el excarabinero.
- ¿Cuáles han sido las acusaciones en su contra?
El primer caso está caratulado como apremios ilegítimos y data desde el Día del Joven Combatiente del año 2018. Se le imputó que supuestamente atacó con una escopeta antidisturbios a un manifestante durante esta conmemoración en la comuna de Huechuraba. Según la Fiscalía, esta persona afectada recibió en su cara, boca y cuello el impacto de 11 de los 12 perdigones provenientes del cartucho utilizado por una escopeta antidisturbios y que el entonces carabinero Claudio Crespo fue quien percutó el arma, pese que no había un riesgo inminente para el uniformado.
El otro caso es de alta connotación social y ocurrió durante el estallido de 2019. A Claudio Crespo se le indaga en la causa generada por las heridas que dejaron ciego al joven Gustavo Gatica durante estas manifestaciones en torno a la Plaza Italia. El Ministerio Público lo señala como responsable de causar estas graves heridas y el daño que dejaron en Gatica.
- ¿En qué causa fue absuelto?
En la primera de ellas. El Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago absolvió a este exmayor de Carabineros en todos los delitos imputados por la Fiscalía respecto a marzo de 2018, es decir, apremios ilegítimos, detención ilegal y obstrucción a la justicia, aunque en decisión dividida todo fue desestimado por el tribunal. Lo que sostenía la investigación del Ministerio Público, específicamente a través de la fiscal Ximena Chong, era que Crespo era el único oficial en ese carro policial que tenía una escopeta modelo Skord y que realizó un disparo a una corta distancia, de no más de un metro y medio, y que además no apuntó hacia la manifestación, sino directamente hacia esta persona durante incidentes que ocurrían la madrugada del 30 de marzo de 2018 en el contexto del Día del Joven Combatiente en la comuna de Huechuraba.
- ¿Qué ha pasado con el segundo caso, la situación de Gustavo Gatica?
Allí la Fiscalía pidió que se condene a Claudio Crespo a la pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio, a lo que además suma la petición para que se le inhabilite perpetuamente para cargos y oficios públicos, derechos políticos e inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure su condena.
Todo ocurrió pasada las 6 de la tarde del día 8 de noviembre, cuando el entonces teniente coronel de Fuerzas Especiales se encontraba en un piquete de uniformados en torno a la Plaza Italia. La Fiscalía lo acusa directamente de ser el autor del delito de apremios ilegítimos en contra de Gustavo Gatica, hecho por el cual fue detenido en agosto de 2021 por parte de funcionarios de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones. Dos años más tarde, la Fiscalía de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte ingresó al Séptimo Juzgado de Garantía a la acusación en su contra.
- ¿Qué acciones ha seguido la defensa de Crespo?
Junto con insistir en redes sociales y en algunas entrevistas de que él es inocente, a través de su defensa ha alegado que existe un delito de falsificación. Esto en contra de un efectivo de la PDI, Cristián Lizama, quien forma parte de la Brigada de Derechos Humanos que ha recibido parte de las órdenes de investigar por parte de la fiscal Ximena Chong en casos como el de Gustavo Gatica y también en el de la senadora Fabiola Campillai. Lo que sostiene la defensa de Crespo es que en varios registros policiales encontraron las firmas del querellado Cristián Lizama y que eran muy diferentes entre sí, lo cual genera por lo menos dudas.
Más allá de este planteamiento de su defensa, el Ministerio Público ha insistido en que el día de los incidentes, en el caso de Gustavo Gatica, no había riesgo serio para la integridad de los funcionarios de Carabineros, según lo que establece la normativa que regula el uso de la fuerza y el armamento de la policía uniformada. A esto agrega que estos disparos en contra de Gustavo Gatica no eran necesarios ni tampoco proporcionales para la situación a la que se enfrentaban.