La renuncia del director general de la PDI, Sergio Muñoz Yáñez, debido a su inminente formalización por el caso audios, reinstaló la presión pública sobre el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien enfrenta una situación similar, y sobre el propio Gobierno, que hasta ahora ha resuelto mantenerlo en el cargo.
El jefe de la policía uniformada será imputado por la Fiscalía en mayo próximo, por su eventual responsabilidad de mando en apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio, en el contexto del estallido social de 2019.
"Que la máxima autoridad de Carabineros de Chile esté a punto de ser formalizada es, sin duda, una muy mala señal para el combate contra la delincuencia criminal organizada. Por la dignidad del cargo que ostenta y por responsabilidad democrática, debería renunciar o el Ejecutivo exigir esa renuncia", señaló la diputada comunista Carmen Hertz, en declaraciones que publica El Mercurio.
Similar opinión expresó la también diputada PC Nathalie Castillo: "Es el momento político para abrir ese debate, pues es impresentable que el director nacional de Carabineros se encuentre en calidad de imputado".
"Hemos escuchado clara y tajantemente desde el Gobierno que nadie está por sobre la ley. En consecuencia, es de esperar que Yáñez renuncie siguiendo el criterio del exdirector de la PDI", señaló Castillo al matutino.
Una mirada distinta manifestó desde el oficialismo, en diálogo con Cooperativa, el diputado independiente Jaime Araya, quien integra la bancada del Partido Por la Democracia.
"No hay razones para remover al general director de Carabineros, y no me parece razonable que algunos sectores políticos aprovechen esta coyuntura (la caída de Muñoz) para pedir su remoción", dijo el legislador por Antofagasta.
"Las razones para que se formalice al exdirector nacional de la PDI no tienen nada que ver con las razones por las cuales se ha solicitado audiencia y formalización para el general director de Carabineros", enfatizó Araya.
PREGUNTAS LEGÍTIMAS, HECHOS DISTINTOS
"¿El general Yáñez debería seguir el ejemplo (de Muñoz) o no? ¿El Gobierno debería mantener el mismo criterio o no? Son preguntas legítimas. Ahora, (los atribuidos a ambos jefes policiales) son hechos absolutamente distintos, que se tienen que ponderar de manera distinta", comentó el diputado UDI Henry Leal.
Sin perjuicio de ello, "sí es cuestionable y sí llama la atención que ambas cabezas de las policías estén pronto a ser formalizadas. Es un hecho al cual no estamos acostumbrados en nuestro país", apuntó el gremialista.
Respecto a los efectos concretos que puede tener el episodio Muñoz sobre la labor policial, el jefe de la bancada de diputados DC, Eric Aedo, señaló que "por el propio bienestar de la PDI, era positivo que saliese de la dirección", ya que "no se puede encabezar la lucha contra el crimen organizado con un director que está cuestionado".
El jefe de bancada de Renovación Nacional, José Miguel Castro, estimó que "está bien que (el jefe de la policía civil) haya renunciado lo antes posible, y lo importante es que, como chilenos, confiemos en nuestras instituciones".
"Igual que como (ocurre) en Carabineros, puede haber personas que cometen errores, pero lo importante es la institución en general, sobre todo ahora que estamos luchando contra el crimen organizado y el narcotráfico. Hay que creer en nuestras policías y estos son casos aislados", enfatizó Castro.
Tras la renuncia de Sergio Muñoz quedó a cargo de la PDI, en calidad de interino, el prefecto general Claudio González, el oficial de mayor antigüedad en la institución, con 38 años de servicio.
González también ha enfrentado cuestionamientos, al ser acusado de encubrir un episodio de tortura ocurrido 1987 en la antigua Escuela de Investigaciones.