Asistieron el jefe de la Contraloría de la institución, general Rodrigo Carrasco.
También acudió el Comandante de la División Mantenimiento, el general (r) de brigada, Héctor Ureta.
La comisión investigadora continúa su trabajo por el fraude en el Ejército.
Una nueva sesión de la comisión investigadora de diputados que indaga el millonario fraude al Ejército con recursos de la ley reservada del cobre se desarrolló este miércoles en Valparaíso.
Uno de los invitados fue el contralor del Ejército, general de brigada Rodrigo Carrasco, quien declaró acerca del nulo dominio de la institución sobre las firmas y montos con que se han efectuado las facturas falsas que permitieron la defraudación.
El funcionario aseguró que se trata de temas técnicos, aunque sí reconoció que la Contraloría, que es la entidad fiscalizadora, nunca se pudo enterar de esta asociación ilícita.
"Aquí en estas fases de investigación un poco más técnicas, y esta información técnica, los que la poseen en este minuto fundamentalmente son las instancias investigadoras. Aquí la primera parte que es la que genera el gasto es la ficción que utilizaron estas personas para introducir facturas dolosamente falsas", dijo Carrasco.
"La Contraloría del Ejército, cuando auditaba las unidades fundamentalmente realizaba un recorrido por las unidades revisando el proceso, pero precisamente ese es el paso que estas personas se saltaron", añadió el oficial.
También compareció ante la instancia el comandante de la División Mantenimiento, el general (r) de brigada Héctor Ureta, quien luego de ser acusado por un coronel formalizado defendió su unidad a cargo y afirmó que su jubilación no tiene que ver con el caso, además de mencionar que hay más antecedentes por conocer.
"No fue mi responsabilidad, los fondos no se gastaron de la demanda de mantenimiento del potencial bélico. Yo estaba subrogando al comandante del CAF cuando sucedió esto y el que dio cuenta fui yo, porque los fondos no fueron de mi unidad", insistió .
Consultado si aún quedan más cosas por develar, el comandante Ureta dijo creer que sí.
Al menos tres firmas adulteradas por facturas es lo que ha reconocido la Contraloría del Ejército hasta ahora, detalles que sigue indagando la Comisión Investigadora.
