La madre de Ignacio Parada espera que, a dos años de la tragedia, se haga justicia.
Una treintena de querellas se interpusieron por esta causa, pero todavía no hay ningún culpable.
Luis Parada y Lorena Gálvez, los padres del joven de 24 años.
La familia de Ignacio Parada Gálvez, uno de los 38 pasajeros que fallecieron hace justo dos años cuando capotó el Hércules C-130 que los trasladaba desde Punta Arenas hasta la Antártica, manifestó que lograr la verdad es la única forma de honrar la memoria de las víctimas.
Tras una misa en el Santuario María Auxiliadora Don Bosco, en la capital de Magallanes, la madre de Parada, Lorena Gálvez, manifestó que "esperamos que se haga justicia, que se sepa la verdad de lo que realmente paso, porque es la única forma de poder honrar su memoria".
La mujer encabezó la ceremonia religiosa a la que también asistieron familiares y amigos del alumno de la carrera de Ingeniería Civil Química, de la Universidad de Magallanes (Umag), quien iba a realizar su práctica profesional en el Continente Blanco tras ganar una beca por haber finalizado sus estudios con promedio 7.0.
La madre de Parada se manifestó "agradecida de todas las personas que nos acompañaron y que de alguna u otra manera se cruzaron en la vida de nuestro único hijo y en quienes tiene que haber dejado huellas importantes".
El siniestro tuvo en vilo a todo el país, que estuvo pendiente durante días de la búsqueda de los 38 pasajeros perdidos (35 militares y tres civiles) que se encontraban sobrevolando las aguas del paso Drake.
El avión, un Hércules C-130 que pertenecía a la Fuerza Aérea de Chile (FACh), trasladaba personal que iba a hacer tareas de mantenimiento en una base de la Antártica.
La aeronave despegó el 9 de diciembre a las 16:55 horas en Punta Arenas, pero perdió el contacto a una hora del aterrizaje.
Tres días después, tras hallar los primeros restos humanos en el mar, las autoridades dieron la nave por siniestrada y a los viajeros por fallecidos.
Una treintena de querellas se interpusieron por esta causa, pero todavía no hay ningún culpable y las familias denuncian ahora "abandono" por parte del Gobierno y falta de cooperación de las autoridades militares.
