El Gobierno de Panamá indemnizará con al menos 2,5 millones de dólares a los familiares de los cinco panameños muertos hace un año en el accidente de un helicóptero del Servicio Aéreo Nacional (SAN), donde murió el general director de Carabineros, José Alejandro Bernales.
La Secretaría de Comunicación del Estado indicó en un comunicado que el presidente de Panamá, Martín Torrijos, autorizó al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para que "gestione los fondos necesarios, hasta por un monto total de 2.500.000 dólares", para el apoyo económico a los familiares de las víctimas.
En cuanto al monto que recibirá cada beneficiario, el Estado "contratará a un actuario, quien determinará, mediante bases científicas y financieras la suma que corresponda a cada uno", explicó.
Torrijos aprobó el pasado martes la resolución para otorgar a los familiares del accidente del helicóptero un apoyo económico "por razones humanitarias".
Familiares de los panameños muertos en el accidente, en el que también fallecieron seis chilenos, entre ellos el jefe de Carabineros, general José Bernales, habían exigido el miércoles al Gobierno de Panamá una indemnización por esta tragedia.
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Así quedó el barrio luego de la caída de la aeronave. |
El Gobierno panameño y los familiares de las víctimas chilenas negocian una indemnización desde hace varios meses.
El 16 de abril Panamá ratificó en un informe final, entregado al Gobierno chileno, que un fallo humano fue la causa del accidente del helicóptero, ocurrido el 29 de mayo de 2008.
En el accidente del SAN-100 fallecieron seis chilenos: el general José Alejandro Bernales; su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Óscar Tapia y su esposa, Carolina Reyes Cruz; el comandante Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida.
También murieron cinco panameños: la comisionada de la Policía Nacional (PN) María Angélica González de Celis, de origen chileno; el comisionado de la PN Gerardo Polanco, el capitán de la PN Calixto Cedeño, el piloto Juan Delgado y el sargento de aviación Reynaldo Cerna, de la tripulación.
El único sobreviviente fue el copiloto, el panameño Ernaldo Carrasco.