El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se reunió durante la mañana de este martes con el presidente (s) del Banco Central, Sebastián Claro, para tratar el ajuste fiscal anunciado por el Ejecutivo
La cita se extendió por una hora y desde el ente emisor hubo valoración ante esta medida, pues ayuda a mantener ordenadas las platas públicas.
"Quisiera partir valorando el anuncio por cuanto apunta en la dirección de fortalecer el proceso de consolidación fiscal que el ministro anunció el año pasado", manifestó Claro.
Agregó que "quisiera destacar dos grandes elementos, los que son muy importantes. Lo primero es que Chile cuenta con una situación fiscal sólida, con una política fiscal que es un lujo y que es predecible en el tiempo. Ese es un activo que le ha dado estabilidad macroeconómica a la economía chilena por muchos años y parte de mantener esa solidez dice relación con ser capaz de ajustar la trayectoria de los gastos a la trayectoria de los ingresos estructurales".
El ajuste fiscal llegará a 380.000 millones de pesos, los que se descontarán del Presupuesto aprobado para el 2016.
Además, el ministro Valdés ratificó que en el próximo cónclave de la Nueva Mayoría se presentará una agenda pro crecimiento para seguir enfrentando la baja en el precio del cobre y también el enfriamiento de las cifras económicas, pues desde Hacienda adelantaron que el Imacec de enero será muy pobre.
Apuntar al crecimiento sin gasto fiscal
Los economistas Erick Haindl y Víctor Salas valoraron el ajuste fiscal, pero destacaron la importancia de apuntar al crecimiento, para lo que plantean el uso de concesiones.
"Cualquier cosa que no le signifique desembolso al Fisco. Por ejemplo, si se lograra renovar el sistema de concesiones, allí podría venir que eso implique más obras públicas", afirmó Haindl.
Salas destacó que "hay una serie de proyectos que se estaban poniendo en marcha en el Ministerio de Obras Públicas, de generar una serie de nuevos sistema de concesiones relacionados con el sector privado".