Este lunes el ahora ex director administrativo de la Presidencia, Cristián Riquelme, oficializó su renuncia a La Moneda.
"Hoy -tal como lo había decidido- le he presentado mi renuncia a la Presidenta de la República, luego de seis años de trabajo bajo sus mandatos. Seis años en los que pude encabezar la modernización de esta institución", señaló en un comunicado.
Y continuó señalando que "me retiro con la tranquilidad de que en 15 años de desempeño como funcionario en el Estado, realicé mis labores con compromiso y vocación de servicio público, así como con estricto apego a la normativa legal vigente".
"Por ello comparto que, para la defensa de mi propia honra y prestigio, sea la Contraloría General de República quien, en uso de sus facultades, revise lo que estime conveniente", remarcó Riquelme.
"El enrarecido clima que se ha ido generando en el país, ha hecho insostenible mi permanencia en el Gobierno. Rechazo enérgicamente esta práctica de culpar y sancionar a las personas antes de que se demuestre cualquier responsabilidad sobre sus actos", aseveró.
Además precisó que "con respecto a mi declaración de patrimonio, quisiera manifestar que así como se menciona mis activos, no se ha mencionado que cada uno de estos tiene asociado un crédito bancario".
La salida de Riquelme fue anunciada el miércoles pasado por el ministro del Interior, Jorge Burgos, debido a los cuestionamientos por su vinculación con una de las aristas del caso Caval.
Además, el ingeniero civil, miembro del PPD y de la llamada G-90 liderada por Rodrigo Peñailillo, sumó durante las últimos días un nuevo flanco de críticas al revelarse -mediante un reportaje de Ciper Chile- que dos empresas creadas por él y manejadas por sus cercanos firmaron contratos con el Estado por 417 millones de pesos entre 2013 y 2015.
