El alcalde de Lo Prado, Gonzalo Navarrete, quien a partir de mayo será el nuevo presidente del PPD, reivindicó este jueves en Cooperativa el rol jugado por la llamada G-90, la facción interna del partido a la cual pertenecen el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo y el recién renunciado director administrativo de la Presidencia, Cristián Riquelme.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Navarrete llamó a "ser justos" con la G-90, que -liderada por Peñailillo- se ubicó en una serie de puestos claves del Gobierno al comienzo del segundo mandato de Michelle Bachelet, pero que durante el último año, tras la caída del jefe de gabinete, ha vivido un continuo proceso de pérdida de poder debido a la salida de la mayoría sus miembros de la administración pública; situación cuyo último episodio lo protagoniza el mencionado Riquelme.
Navarrete, actual vicepresidente del PPD, afirmó que más allá de los vínculos del G-90 con el caso SQM, al momento de hacer "la evaluación uno no puede tener sólo (una mirada de) que aquí hay un montón de chicos malos que poco menos que era una asociación para delinquir".
"Perdón, seamos justos: efectivamente ellos tienen algún tipo de problema de gestión política, de vinculación con el resto de la coalición; en algunos casos podría haber algo de irregularidad que la Justicia tiene que determinar... Es como el lado complejo de lo que es la G-90", comentó Navarrete.
En la contraparte, el futuro timonel destacó que las críticas a la señalada facción PPD se dan en un contexto en el cual el Gobierno, con Rodrigo Peñailillo en un rol central, "tomó la decisión de terminar con el negocio de la educación particular subvencionada, y hay gente que pasó de ganar 1.500 millones de pesos a cinco millones de pesos"; mientras también se puso en marcha una reforma tributaria que, en un 90 por ciento es pagada por el 1 por ciento más rico de la población.
Se aplicaron cambios profundos en los "ejes estructurantes de un país que tenía desigualdad, concentración del poder económico y negocios establecidos como legales, pero ilícitos. También reconozcamos que la G-90 en eso jugó un rol", pidió Navarrete, quien no descartó, en esta línea, la posibilidad de que Rodrigo Peñailillo pueda retornar a la primera línea en los próximos años como candidato al Parlamento.
Peñailillo candidato, ¿por qué no?
"Yo creo que Rodrigo, en la medida en que resuelva volver a la política y que estén suficientemente resueltos los temas de tipo legal, es una persona que uno debe evaluar en esa posibilidad también (una candidatura). ¿Por qué no?", señaló.
"Él jugó (un rol en cumplir) lo que mucha gente en Chile venía planteando que era absolutamente inaceptable, que fue acordado en el programa y él lo logró implementar. Para eso tuvo que romper muchos huevos y, probablemente, mucha gente de la historia de la Concertación se enojó, porque él tenía más poder del que se consideraba necesario. Probablemente allí hay un error político de cómo lo hizo, pero también veamos que hay algunas cosas que fueron logradas y que van a formar parte de un mínimo democrático para seguir adelante", concluyó el dirigente.