La crítica del canciller Ampuero al "Museo de la Mala Memoria"
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Autor: Cooperativa.cl
En su "Diálogo de conversos" con Mauricio Rojas, el ministro cuestionó al "mal narrador, partidista e interesado" que exhibe el recinto.
"Obedece a un estilo de hacer política que se basa en guardar silencio para eludir la autocrítica", afirmó.
"Nada justifica la violación de DDHH bajo la dictadura, pero el Museo de la Memoria no explica bajo qué circunstancias estalló el horror", alega Ampuero.
La asunción de Mauricio Rojas como ministro de las Culturas dirigió las miradas a su pasado, a sus intervenciones públicas y a sus opiniones; con especial atención sobre "Diálogo de conversos", el libro que publicó junto al también escritory ministro Roberto Ampuero.
El rescate de las expresiones críticas de Rojas sobre el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos -al que atribuyó "un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional", que cuenta "una versión falsa de la historia de Chile, porque oculta cómo llegamos a odiarnos de tal manera" (esto último en una entrevista televisiva)- provocaron una tormenta el fin de semana que concluyó, esta mañana, con su dimisión, apenas cuatro días después de su nombramiento.
"Lo critico por lo que calla"
El mencionado libro contiene, no obstante, cuestionamientos similares del coautor, el actual canciller Ampuero, quien, si bien condena explícitamente las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, y subraya que éstas no tienen justificación, coincide con el reclamo por la supuesta visión sesgada y partidista que exhibe el recinto, al punto de que lo llama "Museo de la Mala Memoria".
"No lo critico por los horrores de la represión que exhibe, y que debe exhibir para que no se olviden, sino por lo que no cuenta, por lo que calla. No lo critico por la justa denuncia que hace de la historia de Chile, sino por el injusto silencia que guarda ante ella", dice Ampuero en el "Diálogo", dirigiéndose a Rojas.
"Mal narrador, partidista e interesado"
Ampuero asegura que "nada justifica la violación de derechos humanos bajo la dictadura, pero el Museo de la Memoria no explica bajo qué circunstancias estalló el horror que condenamos. Esa omisión, que obedece a un estilo de hacer política que se basa en guardar silencio para eludir la autocrítica y juicios sobre asuntos esenciales, es una gran deuda que el museo tiene consigo mismo y con los jóvenes chilenos que lo visitan y lo buscan".
"En el diseño de ese museo hay un mal narrador, un narrador partidista e interesado. En ese sentido no es un museo nacional, es un museo de la mala memoria", reflexiona.
"Contar la historia completa"
Para el autor de "Boleros en La Habana" -se lee- "la debilidad ética y pedagógica del Museo de la Memoria es que cuenta una historia trágica que comienza abruptamente, sin hacer referencia al Chile que destruimos entre todos a comienzos de los años setenta, a ese Chile que hemos recordado bajo este parrón epicuireano desde la perspectiva de la izquierda militante".
Según Ampuero, el Museo no habla de lo que ocurrió antes del golpe "porque prefiere 'pasar', dejar en la bruma del olvido" la responsabilidad de quienes nutrieron la polarización.
"El 11 de septiembre de 1973 Chile no era un cantón suizo donde de pronto caen las bombas sobre La Moneda, porque unos militares se vuelven locos en Peñalolén. (...) Cuando yo escribí mi crítica sobre el museo, algunos me atacaron de inmediato afirmando que yo quería justificar la represión, el asesinato y la desaparición de personas. ¡Por favor! ¡Pongámonos serios! (...) El museo, que se financia con los recursos de todos nosotros, debe servir de educación cívica de todos los chilenos, y eso exige contar la historia completa, donde unos fueron responsables por azuzar el odio y la división, y otros por reprimir, torturar y asesinar. Mientras no lo haga, para mí seguirá siendo el museo de la mala memoria", argumenta.
En opinión del literato, "el museo no habla de esa etapa previa porque prefiere 'pasar', dejar en el agujero negro, en la bruma del olvido, la responsabilidad de quienes -como tú y yo, y como muchos otros, y de algunos con gran responsabilidad política entonces- vivimos y nutrimos la crispación, la división, la polarización, el hostigamiento de las bases de nuestra República".
Cancillería evita comentarios
Requerido Ampuero por La Tercera PM, desde el Ministerio respondieron al medio que su opinión "aparece de forma muy clara" en el libro, donde "señala expresamente que nada justifica la violación de derechos humanos bajo la dictadura" y que el Museo "exhibe los horrores de la represión, y que debe exhibirlos para que no se olviden".
Con su reflexión, "en nada justifica o niega las violaciones a los derechos humanos", insiste el Ministerio.