Los fieles católicos se reunieron para participar de la vigilia a la espera de la ceremonia que se desarrolló en Roma desde las 09:30 horas (04:30 de Chile), encabezada por el papa Benedicto XVI.
Por Daniel Dedes F.
Unas 15.000 personas participaron de la vigilia programada en la explanada del Santuario del padre Alberto Hurtado, en la comuna de Estación Central, para esperar el inicio de eucaristía tras la cual el fundador del Hogar de Cristo se convirtió en el segundo santo chileno.
La jornada comenzó alrededor de las 22:00 horas del sábado con una liturgia en la que participaron el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile y obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, y el director social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, entre otras personalidades de la Iglesia.
La nota culmine llegó durante la madrugada del domingo cuando pasadas las 05:00 horas el papa Benedicto XVI declaró como santo al sacerdote jesuita.
Los miles de fieles se emocionaron con las imágenes que llegaban desde Roma transmitidas por pantallas gigantes instaladas para la ocasión.
Por el escenario instalado en el santuario desfilaron gran cantidad de personas vinculadas de distintas formas a la obra o a la figura del padre Hurtado, quienes llevaron ofrendas que fueron recolectadas para donarlas a personas necesitadas.
La noche estuvo marcada por el discurso de solidaridad que fue uno de los grandes legados del sacerdote jesuita que este domingo pasará a ser santo.
Benito Baranda hizo un llamado a los presentes a comprometerse a respetar a las personas que viven en la pobreza, destacando el trabajo de muchos voluntarios que participaron del catastro para identificar a quienes vivían en situación de calle.
En la misma línea, una joven habló del compromiso que debían adquirir las autoridades para combatir el problema de la desigualdad, más allá de los discursos políticos que se han escuchado en los últimos tiempos.
Otro de los aspectos que fueron destacados fue el de la participación ciudadana. Daniel Campos comentó que se inscribió en los registros electorales, pese a la oposición de sus padres, con la convicción de que a través del voto se puede ayudar a cambiar la desigualdad del país.
Además hizo un llamado a los jóvenes a confiar en sus autoridades y en el "corazón limpio" de aquellos que gobiernan el país.
El obispo de Valparaíso y uno de los oradores en la vigilia, Gonzalo Duarte, destacó el espíritu de alegría que se vivía en el Santuario del padre Hurtado, lugar que calificó como el "corazón de Chile" durante la jornada de espera de la canonización.
"Es una noche de fiesta, de gran alegría, no debemos dormir, debemos esperar el amanecer para poder contemplar del momento en que el Santo Padre declare santo a nuestro querido Alberto Hurtado", afirmó.
Duarte destacó además las palabras del Presidente de la República, Ricardo Lagos, quien señaló al padre Hurtado como un Padre de la Patria.
"Qué alegría me dio cuando el Presidente de la República se refiriera a él (padre Hurtado) como un padre de la patria, ya no sólo los padres de la patria fueron aquellos próceres de los comienzos de la vida independiente", expresó el sacerdote.
"El padre Hurtado es uno de los Padres de nuestra patria porque el rebasó ampliamente los límites de la Compañía de Jesús, rebasó ampliamente los límites de esta parroquia de Jesús Obrero, rebasó ampliamente los límites del Hogar de Cristo y se convirtió en un apóstol de Jesucristo para Chile, en un Padre de la Patria", continuó.
Los miles de fieles reunidos en la explanada del Santuario continuaron a la espera de la ceremonia en el Vaticano al ritmo de la música.
Pasadas las 01:30 horas, cuando una parte del público, en especial adultos y adultos mayores, se retiraba del lugar, grupos como Antu Kai Mawen, Arakpacha, Calenda Maia y el cantante Joe Vasconcelos se tomaron el escenario.
El show finalizó con la presencia de los integrantes del programa televisivo "Los Venegas", escogidos como representantes de la familia típica chilena.
Más de dos mil actividades y vigilias se desarrollan en todo el país en espera de la ceremonia de canonización del padre Alberto Hurtado, que se sumaron al acto principal que se efectuó en Santiago.
Las actividades que se transformaron en verdaderas fiestas de los católicos se llevaron a cabo en parroquias y varios colegios habilitados para ello en distintas ciudades.
Actos con gran concurrencia de personas se desarrollan en Antofagasta, Valparaíso, Concepción, Temuco y Santiago, así como en prácticamente todas las ciudades del país.
