El sacerdote Antonio Vargas, párroco de la Iglesia José Obrero de Copiapó, fue enviado a Valencia, España, en medio de una investigación canónica.
En junio de 2018, el entonces obispo de Copiapó Celestino Aós -hoy administrador apostólico de Santiago- recibió la denuncia de un grupo de fieles que acusa al sacerdote de abuso de poder y actitudes inadecuadas con mujeres y menores.
Aós envió cinco meses después, el 17 de noviembre pasado, los antecedentes -en carácter de reservado- a la Congregación para la Doctrina de la Fe, según informó hoy la Iglesia.
Así, el pasado 11 de marzo, "la Santa Sede ha respondido, dando instrucciones de la forma de proceder", detalló la Iglesa en un comunicado en el que precisan que "don Celestino, en diálogo con el sacerdote, determinó su regreso a Valencia, su diócesis de origen, mientras dure el proceso y mientras no se le impongan medidas cautelares".
En tanto, el Obispado de Copiapó espera que Aós le entregue la información del proceso y las instrucciones que envió la Santa Sede.
El vicario general de la diócesis de Copiapó, Rodrigo Herrera, recalcó a Cooperativa cuales eran las imputaciones y los pasos a seguir sobre estos hechos.
"Abuso de poder y de conductas impropias con mujeres y con menores. Nótese, no son abusos sexuales, son conductas inapropiadas. Ahora estamos a la espera de las instrucciones de la Santa Sede para ver cómo proceder, en lo que podría ser una investigación previa", comentó.
En la Fiscalía de Atacama no se registra ninguna denuncia formal hacia el ex párroco de la parroquia José Obrero de la Población Pedro León Gallo.