El Arzobispado de Santiago confirmó el inicio de una investigación previa en contra del presbítero Diego Ossa Errázuriz, quien fuera parte del círculo cercano al sacerdote Fernando Karadima.
Según informó la entidad, el pasado lunes 27 de agosto se inició esta indagatoria por dos denuncias de abuso sexual y de autoridad que el religioso cometió presuntamente antes de 2005 cuando una de las personas denunciantes declara haber sido menor de edad.
Uno de los denunciantes es Óscar Osbén Moscoso, miembro de la Red de Víctimas Eclesiásticas, quien había presentado en primer término su denuncia ante las instancias de la Iglesia sin éxito, hasta que el caso logró ser reactivado cuando entregó los antecedentes a la Comisión Scicluna para reabrirlo.
Según su acusación, el abuso sexual se registró en 2003 cuando Ossa estaba a cargo de la Parroquia El Señor de Renca y Osbén era su secretario personal y quería ser sacerdote.
Justamente Osbén solicitó revisar su caso, sobre el cual ya se había realizado una investigación que fue enviada a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la que se pronunció el año 2014 imponiendo un remedio penal según la norma 1.339 del Código de Derecho Canónico.
El testimonio de Osbén
Según determinó el Arzobispado, mientras dure la investigación, cuyo plazo máximo es de 60 días, el sacerdote fue apartado del oficio de vicario parroquial de la comunidad Nuestra Señora de la Paz y no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le fijó residencia.
Además, los antecedentes del caso fueron entregados a la Fiscalía.
Presbítero Ossa: Reitero mi total inocencia
A través de un comunicado, el presbítero Diego Ossa retieró su "total inocencia sobre los hechos denunciados"
En la comunicación se indica que esta denuncia la "conoció la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) en Roma, la cual sentenció que no se acreditaron las conductas denunciadas".
"Sin embargo, por causa de sospecha que no alcanzó grado de convicción y el escándalo mediático, Roma le pidió al cardenal don Ricardo Ezzati me aplicara algunos remedios penales establecidos por el derecho canónico, lo cual hizo por carta. Todos ellos tendientes a consolidar y restablecer mi ministerio", agrega el comunicado.
En la declaración de Ossa se indica que no comparte "el fundamento de tales penitencias" pero que las acató y cumplió "con humildad y amor a la Iglesia".
"Tal como declaré en esa oportunidad, reitero mi total inocencia sobre los hechos denunciados. Con ello, la denuncia y la investigación relativa al Sr. Osbén quedó cerrada y sancionada. Comparto su dolor de no haber sido informado oportunamente de su resultado", agregó.
Además, respecto a "nuevas alegaciones", el sacerdote dice que "declaro enérgicamente que jamás he incurrido en alguna conducta impropia ni he cometido actos contrarios a mi ministerio".
"En lo inmediato, he apelado a las medidas cautelares que se me han impuesto, las que considero suponen una condena anticipada y son lesivas contra mi honra", aseguró.
"Repudio todo acto abusivo realizado contra cualquier persona, especialmente los más indefensos y apoyaré con todos los medios disponibles el avance de esta investigación, tanto en sede eclesial como ante el Ministerio Público si fuere necesario, donde estoy disponible para presentarme a la brevedad para ofrecer mi colaboración inmediata. Abogo porque se conozca la verdad", finalizó.