El Vaticano confirmó que decidió abrir un proceso administrativo penal en contra del sacerdote Jorge Laplagne -acusado por abusos sexuales- el pasado 17 de diciembre.
Recién este miércoles, casi tres meses después, se enteró Javier Molina, el denunciante del religioso, en uno de los casos de abusos de sacerdotes de la Iglesia de Santiago por los que el arzobispo Ricardo Ezzati es investigado por encubrimiento.
Molina planteó que lo llamaron para pedirle disculpas porque se "les olvidó" y aseguró que se trata de una situación inconcebible dado el actual momento de la Iglesia que intenta mostrar un antes y un después frente a este tipo de casos.
"Me llama Iván Paz, de la Opade (Oficina Pastoral de Denuncias del Arzobispado), para notificarme y pedirme las disculpas de que el caso de Laplagne, la Congregación para la Doctrina de la Fe resolvió que había que abrir una causa administrativo penal en su contra el 17 de diciembre de 2018 y a mí no se me notificó porque se les olvidó", dijo Molina.
"Es una desazón producto de que realmente sale Ricardo Ezzati dando una entrevista diciendo que los casos están siendo llevados adecuadamente y resulta que lo que ellos tienen que hacer, ellos burlan todo el proceso, se ríen en mi cara y no me notifican", agregó.
En el último caso en que la Congregación para la Doctrina para la Fe ordenó abrir un proceso administrativo penal, en contra del sacerdote Diego Ossa, se dio un plazo de 60 días.
En tanto, desde la instrucción del Vaticano al Arzobispado de Santiago respecto a Laplagne han pasado más de 80 días
Delegación de Verdad y Paz lamentó error
A su vez, Andrea Idalsoaga, delegada para la Delegación Verdad y Paz Arzobispado de Santiago, entidad a cuyo cargo está la Opade, lamentó este error y el nuevo daño causado al denunciante, aunque afirmó que están tratando de mejorar la entrega de este tipo de información a los involucrados.
"El proceso administrativo penal está en curso y estamos siempre disponibles a entregar información a las víctimas. En este caso concreto lamentamos profundamente que nuestro actuar haya producido un mayor dolor a don Javier Molina", comentó.
"Sin embargo, quiero aclarar que ya tomamos contacto con él en el día de hoy y seguimos buscando la manera de ir mejorando nuestros protocolos de comunicación, por eso quiero reafirmar una vez más nuestro compromiso con quienes han sufrido tanto y estamos trabajando para erradicar todos los abusos de los ambientes eclesiales", complementó Idalsoaga.
"Arzobispado no está con una voluntad real de colaborar"
El caso de Laplagne es uno de los casos por los que la Fiscalía investiga eventual encubrimiento por parte de Ezzati.
Frente a lo ocurrido, Osvaldo Aravena, vocero de los Laicos de Santiago, sostuvo que "lo que se desprende es de que aquí no ha habido cambios concretos, cambios reales, en la forma de abordar la crisis de abusos sexuales en la Iglesia Católica".
"No hay que ser tan experto en estos temas, pero uno se da cuenta, el sentido común da cuenta de que aquí el Arzobispado de Santiago, la Iglesia Católica, su jerarquía, no están con una voluntad real de colaborar", acusó.
El sacerdote Claudio Soto fue designado por el Arzobispado de Santiago para estar a cargo de este proceso administrativo penal canónico, en el aún no declara el denunciante Molina.