La Iglesia Católica de la Región de Antofagasta confirmó este martes que entregó los "antecedentes necesarios" al Ministerio Público, tras recibir una denuncia por abuso sexual contra un menor de edad ocurrido en el 2003 por parte del presbítero Jordi Jorba Navarro.
A través de un comunicado, la Diócesis San Juan Bautista de Calama informó que tras completar la investigación previa decidieron enviar todos los antecedentes sobre el otrora párroco de la Iglesia Asunción de la Virgen a la Fiscalía local.
A su vez anunció que el obispo de esta Diócesis, Óscar Blanco, determinó enviar también la información a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma.
La Iglesia además ratificó que durante este período "se mantienen las medidas adoptadas respecto del ejercicio ministerial del mencionado sacerdote, es decir, suspendido de su tarea pastoral como también de la celebración pública de oficios religiosos".
El comunicado concluyó remarcando que "la Iglesia de Calama reafirma su más absoluto compromiso con la verdad y la justicia, en la convicción de que, con esta actitud se contribuye a sanar las heridas ocasionadas por los abusos, sexuales, de poder y conciencia por parte de algunos consagrados".
Según un catastro publicado por la Fiscalía Nacional a finales de agosto, actualmente hay 119 investigaciones en curso contra 167 personas relacionadas con la Iglesia imputadas y 178 víctimas cuantificadas, 79 de las cuales era menores de edad cuando ocurrieron los hechos.
En tanto, el papa Francisco ya ha aceptado la renuncia de siete obispos chilenos, después de que el pasado mes de mayo los 34 obispos del país presentaran en bloque su dimisión ante el pontífice en el Vaticano tras reconocer que habían cometido "graves errores y omisiones".