Si bien el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, reconoció que la Iglesia católica tiene lineamientos para proceder ante los casos de sacerdotes con hijos, lo cierto es no existen normativas en cada diócesis para cumplir con ellos, lo que redunda en un ambiente de secretismo y ambigüedad en los procesos.
Actualmente, las normas específicas para tratar con sacerdotes con hijos sólo existen en Irlanda, y obligan a asumir responsabilidades personales, morales, legales y financieras tras la cruzada de Vincent Doyle, hijo de un cura que estima que hay más de 50 mil personas en su misma situación.
Gisotti, el vocero vaticano, se refirió a un documento interno de 2017 después de que The New York Times publicara un reportaje sobre el tema. Su principio fundamental, señala, es la protección de los niños y, por tanto, esta norma pide el abandono del sacerdocio para asumir la paternidad.
Sin embargo, tanto el papa Francisco como Benedicto XVI habían aclarado públicamente, para casos como éstos, la instrucción de dejar la labor de presbíteros, que también recibieron los obispos chilenos en su visita ad límina del 2008, según el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro.
"Los casos en particular los trata el obispo diocesano o el superior religioso, cuando corresponde, directamente con la congregación respectiva en el Vaticano", explicó Coiro.
"En ese sentido, a la Conferencia Episcopal no le corresponde conocer estos casos, ni tampoco llevar registro de los mismos", sostuvo el portavoz de los obispos chilenos.
"Mucho secretismo"
No obstante, actualmente resulta complejo zanjar el proceso en varios casos. Un ex cura que pidió reserva de su nombre señaló a Cooperativa que desde hace cinco años está a la espera de que el Vaticano le otorgue la dispensa.
El hombre, que fue sacerdote hasta el 2014 -cuando se enteró de que su pareja estaba embarazada- reconoció que "un hijo es una inconsecuencia desde el punto de vista del voto sacerdotal".
"Esto muchas veces se conoce, tanto por pares como por superiores, y ahí no se actúa quizás con la fineza que se requiere en su momento... Muchas veces, más bien, lo que yo viví fue lo contrario, mucho secretismo", recordó.
"Uno invita al sacerdote a que asuma su responsabilidad"
Ricardo Morales, actual administrador apostólico de Puerto Montt y antiguo superior apostólico de la Orden de la Merced, dijo que allí se enfrentó a unos tres casos de religiosos con hijos, de un universo de 25 -equivale a más del 10 por ciento- y reafirmó que, según la normativa, los superiores no pueden ordenar la expulsión.
Sin embargo, según él, está la posibilidad de llegar a un consenso con el religioso. "Al ver los hechos evidentes, al ver la paternidad evidente, uno invita al sacerdote a que asuma su responsabilidad de padre".
"Así como tiene a su madre, (el hijo) requiere a su papá en la línea de acompañar, de educar, de estar ahí presentes y no escondidos o desconocido, que sería más terrible, pero no es que se aplique una norma y una ley", precisó Morales.
