El Arzobispado de Santiago fue condenado el miércoles a pagar 300 millones de pesos como indemnización a los denunciantes del cura Karadima: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo; 100 millones a cada uno.
El cuantioso monto determinado por la Justicia y la decisión del administrador apostólico de la Arquidiócesis, Celestino Aós, de aceptar la sentencia sin apelar, puso rápidamente sobre el tapete la siguente pregunta: ¿De dónde saldrá este dinero?
"El dinero con el que se va a pagar es indudable que va a salir de la Iglesia Católica", respondió Aós al ser consultado por este punto, y aclaró de inmediato que esta plata "no sale del 1 por ciento, no sale del dinero que entregan los fieles directamente para otras cosas".
"No se va a sacar ni un cinco para poder pagar a las víctimas y tampoco se va a pagar del 1 por ciento. Saldrá de otros recursos", enfatizó Aós, según La Tercera PM.
El medio consigna que los últimos datos financieros públicos del Arzobispado de Santiago corresponden al año 2017 y están disponibles en su página web, ya que "consultados por el detalle de los ingresos y gastos de 2018, (...) dijeron que aún no estaban listos".
El 2017, el Arzobispado tuvo ingresos por 11 mil millones de pesos y gastos por una cifra similar y levemente menor. Las dos principales fuentes de ingresos son el mencionado 1 por ciento que dan los católicos devotos (unas 44 mil personas) y el arriendo de las propiedades del Arzobispado: cada uno ronda 3.300 millones de pesos anuales.
El vespertino recuerda a mediados del año pasado, el Arzobispado vendió en 30 millones de dólares un extenso paño de 6.700 metros cuadrados ubicado en pleno centro de Santiago, en la intersección de las calles Lira y Santa Isabel.
