El cura Aldunate y sus batallas contra el demonio en sus exorcismos
El sacerdote falleció a los 102 años y es uno de los formadores del papa Francisco.
El sacerdote falleció a los 102 años y es uno de los formadores del papa Francisco.
Esta madrugada falleció a los 102 años el sacerdote jesuita Carlos Aldunate, uno de los formadores del papa Francisco. Más allá de su labor pastoral, una de las cualidades que lo distinguió era ser exorcista.
En una entrevista con Portaluz, Aldunate contó algunos de los "combates" que tuvo con el demonio. "El ejercicio del exorcismo se puede decir que está reservado por los obispos y a veces yo he pedido autorización del obispo para hacer algún exorcismo".
Sobre si se ha enfrentado al demonio, dijo que "no, con gente oprimida, con gente afligida por el demonio sí. Yo me acuerdo que estando en Perú con el padre norteamericano MacNutt estuvimos orando por un joven que trajeron que creía estaba oprimido por el demonio... Dos o tres años después yo pasé por ahí y tuve ocasión de ver al joven y le pregunté por su vida. Estaba tranquilo, realmente se había liberado. De modo que a la pregunta sobre si el demonio existe y oprime, la respuesta es sí".
Si le ha tenido algún efecto negativo su práctica, Aldunate dijo que "el exorcista no tiene por qué estar temiendo contaminarse, no. Creo que eso depende de la persona... Así como un médico no necesariamente terminará siendo un depresivo si atiende a depresivos (...) Si uno sospecha que una persona necesita un exorcismo, entonces toma el teléfono y llama al obispo para pedir autorización...".
Un caso concreto
En el mismo sitio Portaluz, una madre contó cómo Aldunate y el padre Agustín Sánchez exorcizaron a un bebé. El testimonio es de Teresa, quien no sabía qué hacer con su hijo.
"Estos sacerdotes vivían aproximadamente a tres horas de mi casa, decidí ir a conversar con ellos, el Padre Carlos Aldunate y el Padre Agustín Sánchez. Nada más llegar el Padre Carlos llamó al Padre Agustín y en ese momento el niño, cuando vio a este sacerdote, se puso llorón, llorón, ¡tremendo!, sin control".
"Me sentí horrible. Sereno, el Padre Agustín me hizo un gesto con la mano para que me acercase, al tiempo que se alejaba un poco; 'Hay algo dentro de tu hijo, pero yo no lo puedo ayudar aún'".
Una de sus hijas contó que habían jugado con una tabla Ouija y se le había metido un "espíritu inmundo" al pequeño.
"En esos momentos, el padre Carlos lo ungía con aceite –que supe era para exorcizar- en la frente, en sus manitos y otros lugares del cuerpo. Luego oraba por el niño pidiendo a la Virgen María que lo protegiera. Aún recuerdo que sería luego de la tercera o cuarta de esas liberaciones que mi hijo comenzó a estar envuelto en un aroma a flores, que se podía percibir en los lugares donde había estado. Al finalizar, este buen sacerdote me enseñó una oración de protección que hasta hoy es una de mis devociones cotidianas; es la conocida Coraza de San Patricio, pero en versión adaptada por este exorcista."
Un video con sus vivencias: