Julio Larrondo será auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, mientras que Gonzalo Bravo encabezará la diócesis de San Felipe.
De esta forma, son cinco las sedes vacantes de las 27 jurisdicciones eclesiásticas en el país: Copiapó, Rancagua, Valparaíso, Talca, y Valdivia.
El papa Francisco nombró este martes a dos nuevos obispos para Chile, informó la Conferencia Episcopal en un comunicado.
El primer nombramiento se refiere a la elección del presbítero Julio Esteban Larrondo como obispo auxiliar de la Arquidiócesis Metropolitana de Santiago.
Larrondo, de 60 años, pertenece al clero de la misma arquidiócesis y estaba a cargo de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en La Cisterna. Además era vicario episcopal de la zona sur de la capital, asignándole la Sede Titular Episcopal de Magarmel (en la actual Argelia).
De esta forma, en la arquidiócesis de Santiago colaborarán con el arzobispo ahora tres obispos auxiliares con dedicación permanente: Larrondo, Cristián Roncagliolo y Alberto Lorenzelli, ya que otros dos auxiliares de Santiago son administradores apostólicos en diócesis -Pedro Ossandón y Galo Fernández- y el obispo Andrés Arteaga se encuentra con impedimento de salud.
Asimismo, la Santa Sede también dio a conocer esta jornada que el papa nombró obispo de San Felipe al presbítero Gonzalo Bravo, del clero de Valparaíso, hasta ahora párroco de la parroquia El Salvador del Mundo La Matriz, y decano de la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Con estos nombramientos, son cinco las sedes vacantes de las 27 jurisdicciones eclesiásticas en Chile: Copiapó, a cargo de un administrador diocesano; y Rancagua, Valparaíso, Talca, y Valdivia, todas estas a cargo de un administrador apostólico.
