El Obispado de Copiapó comunicó, mediante declaraciones públicas, la decisión del Vaticano para las investigaciones canónicas iniciadas en 2012 contra los sacerdotes Casiano Rojas Viera y Daniel Aurelio Pauvif Rojas.
"La Congregación para el Clero de la Santa Sede, después de estudiar atentamente todos los antecedentes respectivos a la situación del sacerdote Casiano Rojas Viera, ha determinado –según las facultades especiales recibidas del Santo Padre el Papa – imponer de manera definitiva e inapelable la pena de dimisión del ministerio sacerdotal de dicho presbítero", se informó a través del sitio web Iglesia.cl.
La indagatoria concluyó con la "comprobación de conductas abusivas con mayores y con un menor de edad, además de otros delitos graves, cometidos por el P. Casiano en el ejercicio de su ministerio".
"Cabe señalar que en el transcurso de este proceso el inculpado optó por no colaborar con las investigaciones; y, luego, en septiembre de 2012, se le impuso la prohibición de ejercer el ministerio como medida cautelar", señaló el Obispado, que pidió "perdón a las personas que han sufrido estos gravísimos daños" y reiteró la consigna de que "no hay lugar en el sacerdocio para quienes cometen abusos".
En otro comunicado se informó de la expulsión de estado clerical del sacerdote Daniel Pauvif Rojas.
"La Santa Sede (...) ha considerado suficientemente probados los cargos presentados contra el Pbro. Pauvif Rojas, a saber, actos gravemente contrarios a la santidad sacerdotal, cometidos con mayores de edad, y actos que han lesionado gravemente la comunión eclesial", detalló el Obispado.
"La Congregación para el Clero ha determinado, de manera definitiva e inapelable, imponer al Pbro. Daniel Pauvif la pena de expulsión del estado clerical. Por tanto, a partir de ahora, el Sr. Daniel Pauvif Rojas no podrá ejercer ningún acto del ministerio sacerdotal y pierde todo oficio eclesiástico", se informó, dejando "constancia" de que "el mencionado sacerdote tuvo la posibilidad de conocer aquello de lo que se le acusaba, y de presentar sus descargos".
"Mucha tristeza y mucha pena"
Para Monseñor Gaspar Quintana, obispo saliente de Copiapó, esto supone "mucha tristeza, mucha pena, por todo lo que significa. Son dos amados sacerdotes y han estado, hasta ahora, al servicio de la Iglesia. Mucha pena por lo que ha significado el escándalo también".
"Esto ha supuesto todo un proceso muy serio, muy formal y muy de peso para aceptar con humildad, pero al mismo tiempo con realismo, el dictamen de la Santa Sede. Aprovecho esta oportunidad para pedir perdón públicamente por todo el daño que se haya podido hacer y el mal ejemplo que ha significado esto", añadió Quintana, quien ordenó la investigación contra los dos ex sacerdotes.