El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reprochó el clima de "maledicencia" contra la Iglesia Católica chilena provocado por las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales al interior de ésta, que se han multiplicado en los últimos meses.
El cardenal dijo a La Tercera que, en relación con las denuncias, "lo que me preocupa es el clima de maledicencia que hace tanto daño a las personas, al país y a la verdad: un mal que creo urgente superar en la vida social".
Se refirió también a las últimas acusaciones que siguen agudizando la crisis de la Iglesia, como la conocida este mes contra el sacerdote Hernán Enríquez por violación, en Concepción, denuncia que la familia de la presunta víctima asegura que le hizo llegar en 2009 a Ezzati, cuando era arzobispo en esa ciudad.
"Recuerdo el hecho: una denuncia que involucraba al presbítero Hernán Enríquez, cuando en Concepción funcionaba un seminario menor, cerrado varios años antes de mi llegada como arzobispo. Recibida la denuncia, se hizo la investigación debida, llegando a la misma conclusión de la ya realizada en foro civil: no se pudo comprobar configuración de delito", afirmó.
Además, descartó emitir mayores comentarios sobre la acusación de una religiosa, quien contó en Ciper -pidiendo la reserva de su identidad- que en 2006, cuando Ezzati asumió como arzobispo de Concepción, le informó "los nombres de tres sacerdotes, entre ellos el de Hernán Enríquez, que mantenían relaciones homosexuales dentro de un grupo en el que participaban consagrados y laicos, que se protegían entre ellos y que tenían acceso a espacios pastorales y educacionales frecuentados por jóvenes".
"En relación a las afirmaciones de la supuesta religiosa a la que alude, no puedo señalar nada, por desconocer de quién se trata y a quiénes se refiere", sentenció.