El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se enteró "con horror" de la denuncia de abuso en contra del ex canciller del Arzobispado Óscar Muñoz Toledo, actualmente formalizado y en prisión preventiva en la Cárcel de Rancagua.
A mediados de junio, cuando el fiscal Emiliano Arias allanó las oficinas del Arzobispado de Santiago, se encontró una serie de documentos, entre ellos una carta fechada al 1 de junio, en que Ezzati pide a la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) que una acusación contra de Muñoz ocurrida en marzo, fuera investigada por la justicia penal, asegura una nota del diario La Tercera.
"Con horror he tomado conocimiento de la denuncia presentada por (nombre del menor denunciante) contra el presbítero Óscar Muñoz Toledo", asegura Ezzati en la misiva dirigida al delegado de la Opade, el sacerdote Leonel de Ferrari.
"Con esta misma fecha envío dicha denuncia al vicario judicial de la Arquidiócesis de Santiago para que él investigue la adjunta, cuyos antecedentes obran en conocimiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe", agregó.
"Me parece muy oportuna la indicación hecha a la víctima, de presentar la denuncia ante los tribunales de justicia. Agradecido por el servicio que prestas", asegura en el documento, según LT.
En la misiva decreta que el presbítero Jaime Ortiz de Lazcano realice la "correspondiente investigación previa, en conformidad a la normativa canónica vigente".
Además, Ezzati -que declarará en calidad de imputado por supuestos encubrimientos de abusos-, pidió que se cesara el oficio de Muñoz como canciller del Arzobispado y de párroco en la Parroquia Jesús de Nazareth "al momento de notificación presente".
Pidió también su "restricción absoluta para el ejercicio público del ministerio sacerdotal".