La institución rechazó "el gesto hipócrita" de responder a las historias de exclusión mediante punición.
Pidió entender los fenómenos sociales "en sus causas" y "no tanto en sus consecuencias".
El capellán Pablo Walker rechazó la hipocresía con que se trata a las personas nacidas en vulnerabilidad.
En una actividad en la cárcel de San Miguel, el Hogar de Cristo rechazó lo que acusa es "una injusta distribución del castigo penal" para con aquellos que nacieron en la pobreza.
Cerca de 500 personas llegaron hasta el frontis del recinto en el cierre del Mes de la Solidaridad -que conmemora la obra de San Alberto Hurtado- para darse un gran abrazo bajo el lema "Justicia, Paz y Solidaridad".
En el acto -que con organizaciones sociales, bailes y homenajes, buscó llevar alegría a quienes cumplen condena privados de libertad-, el capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, rechazó la hipocresía con que se trata a las personas nacidas en vulnerabilidad.
"Si tu te pones a recorrer sus pasillos, vas y les preguntas de dónde vienen, todas esas personas, la mayor parte de ellas, nacieron en la pobreza, y después hacemos el gesto hipócrita de responder a esa historia de exclusión solamente con castigo penal", criticó en la instancia.
"Hay una injusta distribución del castigo penal en nuestras cárceles, y eso no significa elevar la cantidad de castigos para democratizarnos en el castigo, sino tener la lucidez que nos regala Jesucristo y el Padre Hurtado para entender los fenómenos sociales, no tanto en sus consecuencias, sino en sus causas", sostuvo el sacerdote.
"Por esto es un llamado a hacernos cargos de las causas que hacen que familias se vean empujadas a la exclusión y, a veces, a la auto exclusión del delito", concluyó.
Reacción "conmovedora" de los presos
Francisco Carreño, encargado de la Pastoral y Capellanía del Hogar de Cristo, que lideró la actividad, destacó su alta convocatoria y la reacción "conmovedora" que tuvieron los internos.
"Más de 500 personas muy diversas, de todas partes de Santiago, nos reunimos afuera de la Cárcel de San Miguel, donde, con este gesto de abrazo, quisimos traspasar los barrotes de la cárcel", dijo Carreño.
Del interior "salían pañuelos blancos, lemas o consignas, en los cuales las personas que ahí estábamos fuimos muy conmovidas por el gesto", agregó Francisco Carreño.
Abrazo fraterno a nuestros hermanos privados de libertad, ustedes sí tienen Derechos, no están solos, ustedes sí existen #AbracemosLaCarcel pic.twitter.com/OC4Im0pEaY
— Hogar de Cristo (@Hdecristo) 27 de agosto de 2017
"Nuestros hermanos sufren condiciones precarias"
Por su parte, el vicario de la Pastoral Social, monseñor Jorge Concha, indicó que "los que están en al cárcel nos representan también a nosotros como sociedad, pero junto con los que están ahí, frente a ello hay muchos desafíos de salubridad, de dignidad, que es tocada de tantas formas, y nuestros hermanos sufren esas condiciones precarias que tienen nuestras cárceles a lo largo de todo Chile", dijo.
En la instancia se homenajeó también a los 81 reos que murieron en diciembre de 2010 en el incendio que afectó al complejo penal, reivindicando el derecho a ala vida de quienes viven al interior de estos recintos.
Según datos de Gendarmería, a julio hay más de 50 mil personas privadas de libertad, y según cifras del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana, el 26 por ciento dijo haber recibido golpes
