Conferencia Episcopal pidió mantener el derecho de los padres a elegir educación de sus hijos.
También expresó su rechazo a cualquier forma de aborto y al matrimonio homosexual.
Matrimonio homosexual no es lo que quiere la mayoría de los chilenos, dijo la Conferencia Episcopal.
Tras la asamblea plenaria que se desarrolló en Punta de Tralca, la Conferencia Episcopal emitió un documento en el que plantea su posición frente a diferentes temas, entre los cuales pide que la reforma educacional respete la variedad de proyectos y el derecho de los padres a elegir cómo quieren formar a sus hijos y rechaza firmemente cualquier tipo de aborto y el matrimonio homosexual.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reveló que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, estuvo en el primer día de la asamblea ante la cual expuso el programa de Gobierno. "Nos interesa fundamentalmente que la persona humana esté al centro de la preocupación social y política", dijo el cardenal.
En la carta emitida por el organismo eclesiástico se expone que "pensamos que es necesaria una reforma educacional, porque la diferencia de calidad en la educación que reciben los jóvenes desde la infancia es inaceptable, más aún cuando depende de la situación económica de los padres".
"Proponemos una reforma educacional que -en el contexto de una sociedad libre, democrática y plural- asegure la variedad de proyectos educativos y las concepciones del tipo de persona a formar, y salvaguarde el derecho de los padres a poder elegir la educación que quieren para sus hijos, y que no sea tarea única y exclusiva del Estado proveerla", agrega.
"La experiencia de Chile ha mostrado el beneficio que ha significado para el país y el bien común la educación como servicio público, impartida por la Iglesia católica y otras instituciones que manifiestan un legítimo interés por el bien del país y los jóvenes", planteó.
Rechazo al aborto
En el acápite "el valor de la vida", la asamblea expresa que "la Iglesia católica, en el reciente pasado, defendió tenazmente los derechos humanos y apoyó la abolición de la pena de muerte en Chile, así como el cuidado histórico de la vida en situaciones de vulnerabilidad social hasta hoy".
"No quisiéramos que este patrimonio de civilización se viera obstaculizado por iniciativas legislativas que buscan introducir el aborto en Chile, en determinadas circunstancias. Conocemos dramáticas situaciones en la gestación de una nueva creatura humana y solidarizamos con el dolor de aquellas madres que, por desgracia, muchas veces deben asumir desamparadas su situación", añade.
"Ella y su hijo son dos víctimas inocentes y de cuyo clamor debemos hacernos cargo. Pero sabemos que el aborto nunca será una solución para una mujer y su entorno, y también sabemos que un aborto selectivo abre las puertas para el aborto a todo evento. Introducir el aborto, sea cual sea la causa que la sustente, es un golpe al alma de Chile", plantea.
En respuesta a esta postura, la subdirectora de la Corporación Humanas, Victoria Hurtado, indicó que "entendemos que hay una separación en Chile entre la Iglesia y el Estado y la Iglesia, como cualquier otro grupo, tiene derecho a dar a conocer su opinión, pero no a imponer opiniones".
"Para nosotras la interrupción del embarazo es una decisión y un derecho de las mujeres. Hemos visto situaciones dramáticas en los últimos años de niñas que han sido abusadas y han quedado embarazadas y nos parece que el Estado, sin duda, debe dar una respuesta frente a eso", agregó.
Matrimonio homosexual
Y en cuanto al matrimonio homosexual manifiesta que "hemos constatado cómo paulatinamente se ha ido empobreciendo la valoración del matrimonio y se le ha intentado equiparar a otro tipo de relaciones afectivas. La familia fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, y la protección de la vida son imperativos éticos que surgen de la misma razón humana y que la propia Constitución de Chile protege".
"Invitamos a las autoridades a promover la familia fundada en el matrimonio y custodiar la vida. Ese es el camino que quiere recorrer una gran mayoría de los chilenos. Además es la manera que tiene la comunidad para poder responder adecuadamente por los adultos mayores, que muchas veces terminan sumidos en la pobreza y el abandono por la carencia familiar", sentencia.
El vocero del Movilh, Óscar Rementería, respondió a estas declaraciones, asegurando que "la observación que tiene la Iglesia Católica en relación a la igualdad de derecho en nuestro país debe ser rechazada con todas las fuerzas, no solamente porque intenta imponer una visión ideologizada de la Iglesia Católica hacia las políticas públicas del Estado, sino también porque distorsiona la realidad de un país que ha evolucionado".
"Hay diferentes tipos de familias y estos diferentes tipos de familia deben ser reconocidos y protegidos por el Estado. Sin embargo, las declaraciones que hace la Iglesia Católica van absolutamente en lo contrario, lo que hacen es estigmatizar", añadió.
"Esto lo único que demuestra es la constante odiosidad y fijación que tiene la Iglesia Católica en contra de la diversidad sexual de nuestro país. En Chile tenemos más del 60 por ciento de los niños que nacen fuera del matrimonio y eso no significa que las familias en las cuales ellos son criados son de mala calidad. Aquí lo importante no es la forma de la familia, sino la calidad de las familias", concluyó Rementería.
