El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, conversó con El Diario de Cooperativa sobre el encuentro sobre abusos a menores que realiza la Iglesia Católica en el Vaticano, y en donde participan obispos de todo el mundo.
Según Coiro, tras esta cita debiéramos esperar una Iglesia distinta, "pero debiéramos trabajar también por ella", haciendo un llamado a toda la comunidad, incluidos los laicos.
"Se puede mirar esto desde la galería, viendo cómo les pasa esto a quienes ejercen la autoridad o se puede mirar desde la Iglesia que Jesucristo nos llamó a fundar (...) Todos debiéramos sentirnos en la cancha".
"El daño se ha inflingido a víctimas que tienen nombre y apellido, y por lo tanto, cuando un juez determine que una autoridad de la Iglesia ha encubierto un crimen de esta naturaleza, tiene que pagar por ese encubrimiento", manifestó.
Respecto al encuentro explicó que el Papa Francisco quiso juntar a todos para analizar lo que sufre la Iglesia en la que también están incluidas las víctimas, "porque en su gran mayoría eran bautizados, eran personas que habían sido confiadas por sus padres al cuidado de sacerdotes, y por lo tanto, el sufrimiento de alguna Iglesia en particular -como la de Irlanda, la de Bélgica, la de Australia, la de Chile, la de Estados Unidos-, no significa que esto sea un tema aislado o focalizado en algunas latitudes".
"Las causas y contextos del abuso tienen que ver con una manera de ser Iglesia, con una manera de concebir al sacerdote como un poderoso que al tener un ejercicio de la autoridad tan incontrolado y, por lo tanto, al incidir en la vida de las personas de una manera tan impropia, por momentos, se generan estos abusos", expresó.
En esa línea aseguró que se han planteado algunas novedades. "Por ejemplo, hay una carta apostólica del Papa Francisco del año 2016 que se llama 'Como una madre amorosa' que establece que por en caso de falta de diligencia de los obispos pueden ser removidos por razones graves o muy graves. Y que en el caso del abuso sexual, eso debiera ir por una vía más o menos expedita", manifestó.
"Caldo de cultivo para los abusos"
Coiro además manifestó que en el caso de Chile "estamos viendo casos del pasado que por haber sido del pasado no hemos transparentado lo suficiente y sobre todo en casos que involucran a personas que fueron levantadas o que se autolevantaron como imágenes del cura 'choro', del líder de opinión y la vida social, los campamentos, donde estaba el nicho que es caldo de cultivo para los abusos pero donde también está el ministerio y la obra apostólica de la Iglesia"
En esa línea, para Marcial Sánchez, experto en temas de la Iglesia, apunta claramente a los sacerdotes de la Compañía de Jesús como, por ejemplo, por el caso de Renato Poblete.
"Cuando él habla de los curas choros obviamente está hablando directamente de algunos jesuíticos y lo digo por el libro que salió hace muy poco con respecto al tema. Yo sinceramente creo que eso es reducir el tema a la mínima expresión", aseguró Sánchez.
"Es decir, el mundo jesuita hoy se está viendo muy golpeado por algunos antecedentes que han ido saliendo pero no son solamente ellos, por favor. De qué estamos hablando. Hay 255 víctimas, hay una situación de hecho en cuanto a investigaciones que están en curso con respecto a obispos, a cardenales, en fin. De eso estamos hablando", agregó.
En tanto, Helmut Kramer -denunciante de abusos sexuales en la Compañía de Jesús- coincidió con Coiro y aseguró que "hay sacerdotes, diocesanos de otras congregaciones que también tenían este perfil del 'cura choro', el cura buena onda, el cura cercano a la gente"
"Con un vocabulario menos docto más popular, y que eso les permitía acercarse a las familias y romper los límites que se debían haber establecido", agregó Kramer.
Sobre encubrimiento de Ezzati
El vocero de la Conferencia Episcopal también tuvo palabras para la situación que actualmente vive el arzobispo Ricardo Ezzati quien se encuentra investigado por la justicia respecto a presunto encubrimiento en casos de abuso a menores al interior de la Iglesia.
Según Coiro, el Papa aseguró que se iban a tomar medidas de corto, mediano y largo plazo respecto a la Iglesia en Chile.
"Lo que la norma obliga a todo consagrado, especialmente al que se le ha dado más autoridad, es a cumplir la ley de su país", aseguró Coiro.
"En el momento en que a él se le citó por unos casos en particular, esos casos se están investigando, y todos quienes son llamados a declarar a un tribunal del Estado tenemos la obligación, como chilenos, de prestar colaboración. Ahora, algunos comprenden sus derechos como imputados y otros la comprenden de otra manera", expresó.
"Las determinaciones de la Iglesia no rigen respecto de cuál es la actitud específica respecto de situaciones jurídicas", agregó el vocero de la Conferencia Episcopal.
Estos dichos fueron cuestionados por el vocero de los Laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, quien manifestó que "no basta con que haya un manual o que haya un protocolo para hacerte saber que si ha habido algo que ha sido flagrante abuso, tenga que ser denunciado".
"A mí no me obliga un manual para denunciar algo así, por lo tanto, lo que corresponde aquí es que no se sigan buscando este tipo de argumentos porque de verdad, lo único que hacen es derrumbar más la credibilidad de la Iglesia Católica", aseguró Aravena.
