El presidente de la Fundación para la Confianza y víctima de Fernando Karadima, José Andrés Murillo, conversó con Cooperativa sobre la filtración de mensajes de correo electrónico entre el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y su antecesor, Francisco Javier Errázuriz.
En GPS, Murillo sostuvo que "la situación me parece bastante grave, lo que ha sido filtrado de las comunicaciones entre el cardenal Errázuriz y el cardenal Ezzati en la que están impidiendo, están vetando que dos personas que han sido comprometidas públicamente por el apoyo a víctimas".
"Me parece que es una situación tan grave que amerita al Gobierno pedirle la renuncia al cardenal Ezzati, tanto del Arzobispado de Santiago como de la presidencia de la Conferencia Episcopal", añadió.
"Lo que muestran es una estrategia deliberada para mostrar los hechos de una manera tal que no sean verdaderos, es decir, que la plata que se paga a Osbén para acallarlo como víctima mostrarlo como un acto de caridad, eso es una manipulación de la verdad y me parece a mí que es impresentable", recalcó.
Murillo sostuvo que "este es un golpe para todos los que pensábamos y esperábamos que el papa Francisco traería aires nuevos y una renovación radical, porque está nombrando y está haciéndole caso a personas y cardenales que están moviéndose de una forma totalmente oscura y con un desprecio a personas que han vivido situaciones de abuso".
"Me parece vergonzoso que tengamos que conocer la verdad a través de filtraciones, eso no puede pasar", puntualizó.