José Andrés Murillo, denunciante del cura Fernando Karadima, valoró en Cooperativa el fallo de la Corte de Apelaciones que acogió su demanda indemnizatoria contra la Iglesia Católica, asegurando que hay "un alivio profundo" tanto por la sentencia como por la decisión del Arzobispado de Santiago de no apelar.
"La verdad es que hay un alivio profundo, junto con el cansancio de todos estos años, son más de 20 años por pedir justicia, que hoy recién haya un fallo que decidan no apelar, es decir, liberarnos un poco de la carga de continuar en Tribunales", afirmó en Lo Que Queda del Día
"Para mí, junto con sentir un cansancio grande, también es un alivio en ese sentido", agregó.
Murillo aseveró que "esto es el fin de los (Francisco Javier) Errázuriz, el fin de los (Ricardo) Ezzati y espero que sea el fin de la cultura del abuso y de encubrimiento que encarnan perfectamente Errázuriz y Ezzati".
Frente a la decisión del Arzobispado de Santiago de aceptar y no apelar el fallo que lo condena a indemnizar a los denunciantes con 100 millones de pesos cada uno, el director ejecutivo de la Fundación para la Confianza reconoció que ve un "cambio de mano" tras la salida de Ricardo Ezzati y la llegada del administrador apostólico Celestino Aós.
"Al menos, esta señal es absolutamente un cambio de mano. Lo que ha hecho el ex arzobispo, cardenal Ezzati, decir que él ha hecho absolutamente todo bien, que no tiene ningún problema de consciencia, es decir, una capacidad analítica absolutamente nula (...) continuar con ese discurso que todo él lo ha hecho bien y que no tiene nada de qué arrepentirse, es un par de cosas que él podría haber hecho diferente pero no hay un reconocimiento, a un cambio como éste de decir 'no vamos a apelar, sino que estamos con las víctimas', me parece que es un cambio importante", aseveró.
Murillo dijo esperar que "ojalá este cambio que ahora al menos es en palabras tenga también un correlato en las acciones que vengan hacia delante".
"Errázuriz no puede decir que nunca encubrió, porque sí lo hizo"
El director ejecutivo de la Fundación para la Confianza también respondió en duros términos al cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien dijo que no hubo encubrimiento y que él "nunca habría encubierto a un Fernando Karadima".
"Él encarna toda esta cultura del abuso y el encubrimiento que describe el mismo papa, por eso el papa lo sacó de su consejo de su consejo de cardenales que le ayudan", expresó, dando cuenta que fue "testigo presencial y víctima de sus acciones de encubrimiento".
Enfatizó que "el cardenal Errázuriz no puede decir con esa desfachatez que él nunca hubiese encubierto, porque sí lo hizo y la justicia lo está diciendo".
"Que él siga diciendo que es inocente, es lo que dicen todos los delincuentes y criminales de todas las esferas que llegan hasta el final diciendo que son inocentes, a pesar de las evidencias de la justicia", recalcó.
"Abusos son abuso sexual y encubrimiento, la indemnización es un derecho"
Además, el denunciante de Karadima defendió la indemnización, pese a que reconoce que "ha sido tan profundo el daño que se ha provocado que cualquier indemnización nunca va a estar a la altura de lo que se ha provocado".
"Aquí no se busca ni hacerse ricos ni hacer de esto un negocio, aquí simplemente es una reparación de un daño profundo que se ha hecho. La Iglesia Católica tiene muchísimo dinero", indicó.
Murillo sostuvo que "en Chile nos da vergüenza hablar de plata, pero cuando alguien es responsable de algo tiene que responder y una manera de responder es pecuniariamente. Eso es normal, es un derecho de las personas, no es algo extraordinario, no es un abuso".
"Aquí el abuso ha sido uno solo, ha sido el abuso sexual y el encubrimiento. Esos son abusos, la indemnización de perjuicios es un derecho", sentenció.
James Hamilton: "Este fallo deja precedente"
Más temprano, en una declaración conjunta con Murillo y Juan Carlos Cruz -quien habló mediante videoconferencia desde Estados Unidos-, James Hamilton destacó que "este fallo deja precedente".
"Acá lo que se le acusa a la Iglesia es encubrimiento, desprotección y negligencia, con lo cual cualquier víctima, si es que la Iglesia nuevamente llegase a actuar con encubrimiento y negligencia, tendrá el derecho y ya estará esto como un precedente a demandar a la institución", manifestó.
En esta instancia, Murillo declaró que "es una luz de esperanza, probablemente, y si bien, vuelvo a decir, esto no es motivo de alegría, sí creo que estamos conformes no porque se haya llegado a un punto final, sino que probablemente porque hay un pequeño punto en la que dice, desde la Justicia, que la Iglesia debe responder".