Luego que el papa Francisco aceptara su renuncia, el obispo saliente de Osorno, Juan Barros, ofreció disculpas por sus "limitaciones" y por lo que "no pudo lograr" a cargo de la diócesis.
A través de un comunicado, Barros indicó que "a todos quienes con fe me recibieron, me acompañaron generosamente, trabajaron con amor por su Iglesia. Agradezco a muchas personas y comunidades que han rezado y también ofrecido sus dolores conmigo en este tiempo, en la esperanza de 'que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman. A los más pobres y quienes más sufren les envío un especial abrazo, pidiéndoles que no dejen de orar por mí'.
"Les pido con humildad que me disculpen por mis limitaciones y lo que no pude lograr. El Padre misericordioso del cielo nos ayude a todos para mejorar, para amar en todo. Nuestras vidas están en las manos de Dios que conoce nuestras conciencias y las acciones de cada uno en este complejo tiempo que nos tocó vivir", sostuvo.
"Nuevamente expreso mi gratitud al Papa Francisco por su viva y paternal preocupación para el bien de todos. Con espíritu de fe veo en sus decisiones los caminos de Dios, su Divina Providencia nos va conduciendo para nuestro mayor bien", añadió.
Además, desde la Región de Los Lagos, Barros recalcó que renueva su "confianza en el amparo y guía de nuestra Santísima Madre la Virgen María, pidiéndole especialmente que algún día llegue a resplandecer toda la verdad".
El pontífice aceptó la renuncia de Barros, además de la de los obispos de Valparaíso y Puerto Montt, en el marco del proceso de renovación de la Iglesia chilena tras los cuestionamientos por los abusos ocurridos en las últimas décadas.