El periodista Juan Carlos Cruz, denunciante del caso Karadima, participó este miércoles de un encuentro con el comité organizador de la cumbre sobre abusos que empieza mañana jueves en el Vaticano, y a la que hay invitados prelados de todo el mundo.
Cruz llegó junto a otras 11 víctimas de abusos (él fue el único chileno) a reunirse con el grupo de la Iglesia Católica, encabezado por el secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Charles Scicluna.
"Un desastre"
Finalizada la reunión, Cruz realizó una conferencia de prensa en las afueras del edificio de la Congregación Agustiniana, frente a la Plaza San Pedro, donde contó detalles del encuentro y explicó -en inglés y en español- que la conversación había sido positiva, pero que los cambios deben hacerse ahora.
Según Cruz, "los obispos chilenos viven en otra luna".
"Hay tantos obispos chilenos que están a punto de irse a la cárcel, que poco se puede hacer. Ahí tiene que haber una renovación completa", manifestó.
"Los que se tienen que ir a la cárcel, que se vayan a la cárcel; los que tengan que salir, que se vayan; pero yo hablé acá del desastre que son los obispos chilenos", explicó respecto a la cita.
"Les decíamos: '¿Dónde habrán contratado a estas personas?', porque la verdad es que dedos para el piano no tienen'", contó.
En la reunión de víctimas también participó el español Miguel Hurtado, quien denunció al monje de Montserrat Andreu Soler.
Tolerancia cero
En el grupo, participaron también los representantes de la organización mundial Ending Clergy Abuse que reúne a activistas y víctimas de abusos por parte de integrantes de la Iglesia Católica que provienen de 17 países del mundo.
El portavoz de la agrupación, el alemán Matthias Katsch, explicó que el encuentro será muy importante.
"Es un hecho. Cuando estamos hablando de cero tolerancia (como) nuestro objetivo principal no estamos hablando solo de la tolerancia cero en el sentido de que un abusador no puede seguir siendo sacerdote", explicó.
En la misma línea, agregó que "sino también en el sentido que un obispo que haya encubierto, escondido los casos, no puede seguir (siendo) obispo, ni puede seguir (el) sacerdote tampoco. Eso es cero tolerancia y lo estamos diciendo al Papa desde el año pasado"
El histórico encuentro de obispos comienza este jueves 21 de febrero y se extenderá hasta el domingo 24.
