Una veintena de laicos llegó desde Osorno hasta la casa de ejercicios donde se desarrolla la Asamblea de la Conferencia Episcopal, en Punta de Tralca, Región de Valparaíso, para manifestarse y exigir la salida del obispo de esa ciudad del sur del país, Juan Barros, acusado de ser encubridor de los abusos sexuales de Fernando Karadima en la parroquia de El Bosque.
La vocera de la agrupación de laicos de Osorno, María Soledad Martín, aseguró que "la iglesia se cierra a una verdad a voces. (Nos da) una tristeza enorme, porque hiere a muchas personas que han sido violadas en sus derechos más esenciales, que es su dignidad como seres humanos".
Al término de la cita, los sacerdotes recibieron a los manifestantes e, incluso, tres religiosos mantuvieron conversaciones con los detractores de Barros.
El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Santiago Silva, señaló que ya han conversado en varias oportunidades con quienes rechazan al sacerdote, por lo que es momento de escuchar a los laicos que sí están dispuesto a tener a Barros como pastor en Osorno.
"En el caminar de la dificultad, del conflicto, se ha enrarecido el ambiente. Para este diálogo necesitamos escuchar a varias partes, escucharlos a ellos, pero escuchar también a aquellos fieles de la Diócesis de Osorno que también quieren tener al obispo Barros como pastor", afirmó.
Posible mediación de Ezzati
El arzobispo saliente, Ricardo Ezzati, confirmó que se le pidió mediar para buscar un acuerdo en relación al paro de los trabajadores públicos por el reajuste salarial.
"Estoy dispuesto a solicitar al vicario para la solidaridad Caritas, padre Andrés Moro, que me haré presente en la tarea de facilitar el diálogo. Eso fue la respuesta que yo en el día de ayer (jueves) les envié", dijo.
Ezzati criticó "la situación angustiosa de que haya pasado un tiempo largo y que no haya una respuesta a lo que se debiera ofrecer a los trabajadores".