El coordinador de Laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, habló este domingo con El Diario de Cooperativa sobre el nuevo perdón que pidió la Conferencia Episcopal por los abusos sexuales cometidos por religiosos y la necesidad de establecer una "comisión de verdad y justicia" para limpiar la imagen de la Iglesia en Chile.
"Efectivamente, son muchos los perdones que se han pedido en estos meses pero detrás de estos ha existido una negación de colaborar con la justicia. No tenemos que olvidar que la Fiscalía ha tendido que ordenar allanamientos para recabar los antecedentes y poder desarrollar de manera efectiva las investigaciones", dijo Aravena.
"Del mismo modo, altas autoridades de la Iglesia, como el cardenal Errázuriz, fueron interpelados por los laicos al decir que los enviados papales enviados para investigar de manera rigurosa era un show. El mismo Ezzati, hace tres años, envió al Vaticano una acusación contra los sacerdotes Puga, Aldunate y Berríos porque estaban haciendo eco de lo que estaba ocurriendo en la crisis de la Iglesia".
"Más que declaraciones y más que perdones, necesitamos actos concretos y el mejor acto es entregar todos los antecedentes a la Justicia para que la investigación sea lo mas expedita y mas rigurosa posible, para que imperen la verdad y la justicia", aseveró.
"Los laicos estamos obligados, porque es un deber moral no ser cómplices pasivos, a movilizarnos y decirle al episcopado que el papa ha sido claro: es necesario que se termine con esta cultura de élite, que se termine con el encubrimiento", agregó Aravena.
"Independiente de que es un proceso en desarrollo, aquí queda establecido que nadie está sobre la justicia, ni siquiera el cardenal Ezzati", concluyó.
Comisión de Verdad y Justicia
"Creemos que el establecimiento de la comisión de verdad y justicia (es necesario) para saber qué ocurrió efectivamente. Una cosa es que la justicia penal haga su tarea, pero nosotros queremos saber dónde están los sacerdotes sancionados y sacados del ejercicio, porque también son un riesgo para la sociedad y para los niños sobre todo", agregó el vocero de los laicos de Santiago.
"El deber de un cristiano es estar junto a las víctimas, son ellos los prioritarios respecto al acompañamiento, después vendría la etapa de reconstrucción de la Iglesia. La falta de credibilidad y el desafecto de la Iglesia tiene que ser reconstruido en mucho tiempo pero hoy lo urgente es establecer la verdad y la justicia", agregó.
¿Qué pasa con el monseñor Cox, que está fuera del país? ¿O con Cristián Precht, que fue sancionado de manera perpetua por el Vaticano y a Ezzati se lo rebajan a cinco años? Todo esto es por un tema de sanidad social de la institución y comunidad de la Iglesia. Va a ser la mejor manera de reconstruir la Iglesia Católica en todos su ámbitos", dijo Aravena.