El director para la Fundación de la Confianza, José Andrés Murillo, expresó que la Congregación de los Sagrados Corazones "tiene que hacer un mea culpa" luego de que se conociera que investigan por abuso sexual infantil a cuatro sacerdotes, entre ellos Gerardo Joannon y el fallecido Enrique Moreno Laval.
"Estamos recién, pareciera, dándonos cuenta de la profundidad del daño que cometen estas personas cuando no han tenido control o han podido moverse en total impunidad, no solamente porque ellos han sido perversos, sino porque han sido avalados, han sido protegidos por sus superiores y, por lo tanto, han podido actuar con total impunidad", apuntó.
Murillo remarcó que "la Congregación tiene que hacer un mea culpa, hacerse responsable y asumir las consecuencias de esa responsabilidad, incluso responsabilidad penal".
En tanto, la Red de Laicos de Concepción instó a la Congregación llegar hasta el fondo de las denuncias contra Enrique Moreno Laval, conocido en la capital penquista por su labor de defensa de los derechos humanos durante la dictadura.
Carol Crisosto afirmó que "a pesar de su trayectoria tan reconocida en Concepción por la defensa de los derechos humanos, duela a quien le duela, se tenga todo lo que hay que llorar, se debe llegar a la verdad, investigar en lo profundo cada denuncia, existiendo la posibilidad que pudiera haber otras víctimas en el camino que no se han atrevido a denunciar".
En otro plano, la Fundación para la Confianza presentó una querella contra el fallecido sacerdote salesiano y ex capellán de Carabineros Diego Muñoz, por los delitos de abuso sexual y violación, por las vulneraciones sufridas por Diego Díaz.