El papa Francisco recibió este viernes en el Vaticano a la abogada Ana María Celis, la nueva presidenta del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, y al obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, integrante de la misma instancia.
Según explicó la Santa Sede, el encuentro con Jorge Bergoglio era "informarse e intercambiar opiniones sobre los pasos que se están dando en Chile para afrontar los casos de abuso y prevenir que ellos vuelvan a suceder".
"Un punto importante de la conversación ha sido el sufrimiento de las víctimas y su necesidad de hallar consuelo y reparación", agrega la nota desde Roma.
Además, se indicó que el papa "sigue con interés cada avance por parte de la Conferencia Episcopal chilena, ha expresado su deseo de que se sigan aclarando todas las interrogantes para que se pueda dar una respuesta justa a cada uno".
Tras conocerse la reunión, que fue solicitada por la Conferencia Episcopal chilena al Vaticano, el vocero de los Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, dijo que "nos cuesta entender cuál es la determinación del papa Francisco para solucionar la crisis de la Iglesia chilena".
"No sabemos qué es lo que está sucediendo, por qué se da espacio a personas a las que debiera haber aceptado la renuncia hace varios meses atrás. Es ahí donde es importante que si hay algo positivo que salga de esta reunión sea que el papa compruebe la inoperancia de estos obispos, porque no podemos confiar que de los obispos va a venir la solución cuando precisamente ellos son la crisis", aseveró.
Cabe mencionar que tanto el obispo González como la canonista Celis son muy cuestionados por los denunciantes de abuso.
De hecho, Juan Carlos Cruz, denunciante de Ferando Karadima, ironizó con el encuentro por la expresión del papa en la foto oficial: "'Fue una reunión muy alegre', comenta Gonzalez, obispo de San Bernardo".
