El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, descartó que la Iglesia haya encubierto los abusos del sacerdote Fernando Karadima y valoró el envío de un exhorto al papa por sus declaraciones sobre el obispo Barros.
Al finalizar la 110° Asamblea Plenaria de los obispos, Ezzati manifestó que "un sacerdote depende del obispo solamente en el ámbito de la pastoral general e incluso dentro del ámbito de lo pastoral, goza en cada una de sus parroquias, yo diría de una absoluta libertad en todo lo que es la organización y el resto".
"Nosotros no intervenimos en la vida privada de los sacerdotes. Decir que un sacerdote, desde lo que respira hasta lo que come a lo que organiza depende del obispo no corresponde a la verdad", añadió.
En relación al exhorto al papa Francisco aprobado este viernes por la Corte Suprema, Ezzati recalcó que "este segundo exhorto ha sido y es una colaboración del Arzobispado de Santiago para la causa".
"Lo hemos pedido nosotros, que naturalmente había que hacerlo a través de los caminos que corresponden, pero la iniciativa es de la Arquidiócesis de Santiago. Queremos ofrecerle a la Justicia Civil todos los elementos que crean que son necesarios para establecer con claridad la tesis que tiene el Arzobispado", precisó.
"En el fondo se nos denuncia que hemos encubierto. No ha existido encubrimiento", recalcó Ezzati, quien además valoró el proyecto que busca remover los beneficios para los sacerdotes en los juicios, medida que calificó como una "liberación", ya que serán tratados como personas normales.