El ex nuncio apostólico Ivo Scapolo descartó haber encubierto delitos de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica, pese a que las víctimas lo apuntan como el principal encubridor.
Pronto a dejar Chile y asumir la Nunciatura en Portugal, Scapolo aseguró a El Mercurio que "en conciencia, puedo afirmar que he cumplido hasta el fondo mi deber como representante pontificio y que mis superiores no han dejado de apreciar mi trabajo".
El nuncio asegura que desde la visita del Papa Francisco a Chile, en 2018, la Iglesia ha recibido una "avalancha" de denuncias. Al respecto, dijo "haber hecho lo humanamente posible para enfrentar la situación. Intenté actuar conforme a la verdad, justicia y caridad. Siempre se puede hacer mejor, pero créame que se hizo lo que se pudo".
"Como Iglesia, varias veces no hemos tenido la valentía de acoger las denuncias y tomar a tiempo las debidas medidas", añadió.
Frente al aumento de las denuncias, Scapolo consideró que, entre las causas, hubo "errores en la selección de candidatos; la carencia de acompañamiento y de formación permanente de los sacerdotes y consagrados; la falta de control y de corrección fraterna; la inadecuada formación espiritual, moral y ascética; la falta de fe y de una intensa vida de oración".
Y detalló que "el problema no es el celibato. Si una persona ha sido bien formada a la castidad , es difícil que cometa un abuso. Y el abuso de poder y el endiosamiento de los sacerdotes pueden ser evitados con una adecuada formación humana y espiritual, con un justo control".
Una de las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, apuntó a que Scapolo se va "escondido y sin castigo ni justicia" de nuestro país por el preusnto encubrimiento.
"Un delincuente más de la banda (del) Episcopado que merecería estar preso por todo su encubrimiento", agregó.