En diálogo con Una Nueva Mañana, Kramer aseveró que "hemos querido saludar a Marcela (Aranda) por la valentía de denunciar. Sabemos que no es fácil en primer lugar llegar a hablar, la gran mayoría nos demoramos 30 años o más en empezar a denunciar".
"En segundo lugar, no es fácil denunciar en Chile a un sacerdote jesuita, menos a uno que prácticamente fue canonizado en vida, que se le consideraba un santo y entendemos el momento que debe estar viviendo Marcela", indicó.
"Si miramos históricamente el primer caso que se hizo público de jesuita abusador fue a comienzos del año pasado en contra del sacerdote Guzmán y este caso se hizo público porque los denunciantes lo llevaron a prensa y después viene la reacción de la congregación", precisó.
Kramer aseguró que los jesuitas "tienen peso en Chile, se han sabido mover muy bien desde círculos de poder hacia los pobres, hasta el punto de tener un Renato Poblete, que era considerado casi un santo y que podía hacer una cena de pan y vino donde iba todo el empresariado chileno y hoy en día está acusado por más de una persona por abuso".
"Si la congregación quiere transparentar debe ir más allá de las investigaciones", puntualizó.